El pasado martes los trabajadores que administraban el Hotel Termas Pismanta entregaron la llave del establecimiento después de 15 años de estar a cargo del esplendoroso hospedaje de Iglesia. La decisión es oficial y fue confirmada por la dirección de Cooperativas de la provincia. La razón del quite de la concesión se debe principalmente a una serie de incumplimientos en los cánones e inversiones que se habían comprometido a realizar los trabajadores y nunca se concretaron. Dicho conflicto se viene dando desde el 2018 e incluso en su momento hubo una refinanciación para que la cooperativa pudiera cumplir su objetivo, pero no hubo caso y hoy la decisión es irreversible: el Hotel de Pismanta tendrá nuevos administradores.
Todavía no está definido cómo será la concesión del único hotel con termas que hay en la provincia, pero se baraja que incluso podría haber firmas internacionales interesadas en invertir en el establecimiento que tiene un gran potencial turístico. Lo que si se sabía era el conflicto existía en el establecimiento desde hace un tiempo; donde incluso había intervenido Asesoría Letrada de Gobierno por el incumplimiento del acuerdo firmado entre el Estado provincial (dueño del lugar) y la cooperativa que tenían a su cargo la administración.
Lo llamativo es que el plazo de finalización de concesión era en octubre de este año, pero es posible que incluso se adelante los plazos y se llame a licitación antes. La intención de Turismo es rescatar el complejo y poder hacer funcionar un hotel similar a lo que existe en Mendoza con el establecimiento que está en las termas de Cacheuta, que recibe miles de turistas cada año por las comodidades que brinda. Lo que está en duda es definir por cuánto tiempo sería esta nueva concesión y que reglas planteará el Gobierno de San Juan.
En cuanto a los trabajadores, el director de Cooperativas de la provincia, David Domínguez sostuvo que "la noticia cayó con preocupación por el contexto que se vive, muchos tienen la esperanza que sean contemplados cuando venga una empresa a hacerse cargo". Y en referencia al atraso que hubo con las inversiones afirmó que "tal vez se le estaba pidiendo más de lo que podía dar la cooperativa o faltó alguna ayuda".
Además, el quite de concesión se da en un contexto con problemas internos que hubo entre los trabajadores por las declaraciones de una socia que acuso en los medios de comunicación un mal manejo de los administradores. También en medio de una crisis del sector hotelero donde muchos establecimientos están a punto del nocaut y el cierre definitivo. En el Hotel de Pismanta también tuvieron las puertas cerradas desde marzo del año pasado por el coronavirus. Y solo se mantenía abierto el establecimiento porque la minera Barrick contrató el uso de una parte del hotel para testear al personal que sube a la mina y en otras habitaciones alojar casos sospechosos para evitar propagación de los contagios.
En si la situación del hotel estaba en crisis en comparación con los años de esplendor que supo tener. Tengamos en cuenta que el Hotel Termas Pismanta fue inaugurado en 1950 pensado como un centro turístico de suma importancia por la belleza que ofrece la zona. Tenía 14 habitaciones que disponían de piletas de inmersión privada, sala general de lecturas y un amplio estar para distenderse.
Pasaron varias empresas como administradoras hasta que en el 2001 la firma Nogaró San Juan SA, cuyo contrato de concesión vencía en el 2004, se declaró en quiebra y los trabajadores quedaron en la calle. Después hubo varias idas y vueltas con la realidad de los trabajadores hasta que armaron una cooperativa que arrancó a funcionar en 2006 por una concesión que cedió el entonces gobernador José Luis Gioja.