Después de haber sufrido un ataque cardíaco y de haber permanecido casi un mes entre internación y reposo, el padre Rómulo Cámpora volvió a caminar las calles sarmientinas y a reunirse con la comunidad sanjuanina, este martes por la mañana. Lo hizo apoyado en un bastón, pero con la sonrisa que lo caracteriza y ofreciendo su ayuda a todo aquel que lo necesite.
“Estamos bien, contentos de ir reuniéndonos con los seres queridos. Agradecido a Dios, que puso su mano en una situación bastante delicada. Quiero agradecerles a todos los médicos que me atendieron y a cada una de las personas que pidieron por mí. A veces rezamos por nuestros enfermos, y esta vez me tocó estar en la otra vereda”, comentó el padre Cámpora en diálogo con Canal 13 San Juan.
En ese contexto, contó: “Estoy con bastón para no perder el equilibrio, por la medicación, pero estamos bien. Me he sentido muy acompañado. Yo pienso que Dios dijo: ‘Pegá la vuelta’. Y aquí estamos”.
El sacerdote confió, además, que nunca había tenido dificultades coronarias y que el pasado 7 de septiembre, cuando sufrió el paro cardíaco, no se dio cuenta de lo que le estaba sucediendo. “No me di cuenta de que estaba sufriendo un infarto. Pasé por la Gripe A, el COVID, y eso ha dejado su huella. Pero bueno, uno ya no tiene 20 años, aunque tampoco 100”, dijo a modo de broma.
Por otra parte, aseguró que piensa continuar con su labor tal como lo hacía antes de su problema de salud. “Todos me dicen que tengo que parar un poco, pero no puedo. Cuando una persona viene con un problema, uno no lo puede solucionar. Sin embargo, sí puede escuchar. Acá, en la comunidad, nunca me niego a nada. Porque conozco el trasfondo de los sufrimientos, de las decisiones drásticas que a veces se toman. Hay familias que han sufrido mucho, mucha gente que está en una situación angustiante, y el sacerdote está para alentarlos, para escucharlos, para contenerlos. Para abrazarlos en los momentos difíciles. Y esa es la función del sacerdote. La voy a seguir cumpliendo”, aseguró.
“Agradezco a todos su cariño, su afecto. Me he sentido muy acompañado. Y decirles que acá estamos, de nuevo en la lucha. Muchas gracias, y un cariño a todos los abuelos que llevan bastón”, sumó con una sonrisa.
Cabe recordar que el padre sanjuanino, de 58 años de edad, fue internado de urgencia por una insuficiencia cardíaca el pasado 7 de septiembre. Fue atendido en el Hospital Ventura Lloveras, en Sarmiento, donde los médicos detectaron el problema cardíaco y lo derivaron al Sanatorio Mayo de la Capital, donde quedó internado en la Unidad Coronaria hasta lograr su estabilización.
Tras su cuadro clínico, los médicos le indicaron al sacerdote que tome los recaudos necesarios para preservar su salud, ya que su condición podría complicarse debido a que también padece diabetes. Como consecuencia, mantuvo varios días de reposo, durante los cuales fue reemplazado en algunas celebraciones por el padre Gustavo Larrazábal.
Ahora, el carismático sacerdote, conocido por sus más de 30 años de labor pastoral en gran parte de la provincia, pudo volver al ruedo.