Martina Sevilla tiene 23 años y una historia de superación que se apoya en un talento natural: el dibujo. Comenzó a practicarlo cuando era muy pequeña y, casi sin darse cuenta, su técnica fue mejorando. Sin embargo, esa tarea no era más que un hobby. Trabajaba en una fábrica y sacaba su lápiz en los tiempos libres. Fue justamente por trabajo que llegó a Buenos Aires, pero su situación dio un vuelco. Quedó embarazada y tuvo que dejar su puesto. Mientras su situación económica se ponía cada vez más difícil, una casualidad quiso que encontrara en su “don” el modo de salir adelante. Ahora es retratista y en los próximos días regresará a San Juan y ofrecerá aquí su arte.
La emprendedora sanjuanina dibuja desde que tiene memoria. Empezó copiando caricaturas, como personajes de Los Simpson o gatitos, y los regalaba sin pensar que eso podía transformarse en una herramienta de trabajo. “Mi abuela siempre me decía que yo tenía un don. Miraba los dibujos y me repetía: ‘Vos tenés un don’. Pero nunca le di importancia... hasta que me faltó la plata”.
Fue en ese contexto que comenzó a hacer retratos por encargo, hace aproximadamente un año. Con un bebé recién nacido y sin ingresos fijos, se encontró en una situación muy difícil. “Mi bebé tiene 7 meses y muchas veces no tenía ni para los pañales. Así que vendía algún retrato y juntaba para comprarlos”, relató.
Todo comenzó de forma inesperada. “La abuela de mi nene subió al estado de su WhatsApp un retrato que hice de su hijo, que tiene síndrome de Down. Le empezaron a preguntar quién los hacía, muchos pensaban que eran filtros digitales. Ella contó que era yo y me empezaron a consultar cuánto cobraba. Ahí empecé a salir un poco del agua haciendo dibujos”.
Desde entonces, ha realizado alrededor de 30 retratos. La mayoría de los pedidos son de personas que desean inmortalizar a un ser querido. “Normalmente me piden que dibuje a la abuela o al abuelo que falleció, o a una mascota viejita. También me piden muchos retratos de niños”, explicó.
Martina cobra en promedio $15.000 por retrato, aunque el precio varía según la complejidad del dibujo. “Me lleva tiempo. Actualmente me estoy demorando unos dos días en hacer cada uno, porque los agarro de a ratos. Mi bebé es muy mamero y necesita atención. A veces dibujo en la madrugada, y ahí avanzo bastante”.
El crecimiento fue de a poco. Comenzó con un simple lápiz de escribir, de esos con cáscara verde. “Con ese hacía los primeros retratos. Después me compré unos lápices más lindos, más apropiados para dibujo. Y ahora, con lo que fui juntando, pude comprarme un pequeño kit de lápices de grafito”, detalló con orgullo.
Aunque es completamente autodidacta, Martina tiene el deseo de seguir creciendo. “He pensado en hacer algún curso, porque sé que me falta técnica y rapidez. Pero por ahora se me hace difícil por los costos. Ahora que vuelvo a San Juan, voy a ver si puedo avanzar con eso”.
En los próximos días, la joven emprendedora regresará a San Juan y planea presentarse en ferias para mostrar y ofrecer su obra. Además, quienes quieran encargarle un retrato pueden comunicarse directamente con ella al teléfono 264-5259772.
La galería de retratos realizados por Martina