Tras una dedicada trayectoria que superó las dos décadas, el padre Rómulo Cámpora se despidió de su rol como Capellán de la Policía de San Juan. Su partida marca el fin de un ciclo en el que combinó la fe y el servicio social, dejando una huella profunda en la fuerza y en la comunidad provincial.
El Padre Cámpora compartió sus reflexiones sobre este largo camino, destacando el profundo aprendizaje y el enriquecimiento personal que esta labor le brindó. "Alrededor de casi más de 20 años hemos estado al servicio de esta fuerza, de esta comunidad de servicio a la provincia, donde he aprendido muchísimo", expresó.
Su labor no se limitó únicamente al ámbito espiritual dentro de la institución, sino que se extendió al acompañamiento en el terreno y en las necesidades de la comunidad. El sacerdote enfatizó el valor de la conexión humana forjada a lo largo de los años. “El trabajo social que hemos realizado junto a ellos ha sido para mí un aprendizaje de amor, de servicio y también de riesgo”, afirmó.
Finalmente, el Padre Cámpora subrayó la satisfacción que le deja el haber podido ejercer su ministerio con calidez y contención en los momentos más difíciles. "Para mí la satisfacción es esa, haber podido estar con un corazón de padre, si se quiere, porque he tenido que contener a lo largo de estos años muchas circunstancias difíciles dentro de la fuerza, en la provincia”, concluyó.