Una mujer de Jáchal, que no sabía que estaba embarazada, perdió el bebé que llevaba en su vientre y una investigación judicial apunta a que el responsable de ello fue el médico que la atendió, quien será acusado por homicidio culposo. El caso trascendió en febrero y ahora se conoció que habrá una investigación formal contra el profesional, que fue identificado como Lucas Rodrigo Quinsacara.
El médico que está sospechado de haber confundido un tumor con un embarazo se presentará frente al juez de Garantías el próximo lunes y en la audiencia quedará imputado por un delito que no sólo podría llevarlo tras las rejas -en caso de ser condenado-, sino también que lo inhabilitaría a ejercer la matrícula por un tiempo determinado.
Si bien en un principio el fiscal que dirige la investigación, Sohar Aballay, evitó referirse a un encuadre jurídico contra Quinsacara, dado que había una instrucción preliminar y sacar conclusiones era apresurado, anticipó que todo dependería del resultado de autopsia y del análisis del cuerpo forense del Poder Judicial.
Es por ello que fuentes judiciales ligadas a la causas aseguraron que la intervención de los especialistas resultó clave para avanzar con una investigación formal que pone bajo la lupa al médico en cuestión, que cumplía funciones en el Hospital San Roque. Sobre la conclusión del informe forense indicaron que "sirve como elemento de convicción para avanzar con la formalización".
Esto no quiere decir que se decreta que existió una irregularidad de su parte, sino que habrían dudas sobre su accionar que obligan a investigar, a fin de determinar eso mismo.
El funcionario del Ministerio Público, de la UFI Norte y que actuó de oficio tras el revuelo que se generó en el nosocomio, realizó un allanamiento en el lugar y secuestró la historia clínica de la mujer que estaba embarazada y perdió a su hijo, al igual que tomó testimonios del personal del hospital jachallero, como así también a familiares de la presunta víctima.
El hecho se desató el 4 de febrero de este año, cuando la denunciante acudió al hospital con un malestar y el acusado la medicó para luego dejarla en observación en el Servicio de Cirugía. Recién al día siguiente, otro profesional le realizó un estudio en el que descubrió su condición de embarazada. Finalmente, tras la intervención, la criatura nació sin vida y estalló la polémica.