"Ayelén era alegre, coqueta, le gustaba verse siempre bien. Desde que se levantaba lo primero que hacía era arreglarse", cuenta su tía Silvia Castro. Ayelén Castro tenía 23 años y, este miércoles, fue atropellada por una Renault Kangoo, cuando intentaba ingresar en moto a su casa, ubicada sobre Calle 12, en Pocito.
Su mamá, estaba adentro de la vivienda esperándola y cuando sintió el ruido del impacto salió a ver pero nunca imaginó la terrible escena con la que se encontraría. Adentro de un canal de riego estaba Ayelén, muy herida, y la moto que manejaba destrozada.
"La mamá salió porque sintió el ruido fuerte y para ver quien era. Cuando miró, la reconoció a Ayelén por la calza que tenía puesta", contó Silvia a Tiempo de San Juan.
Este jueves, en la puerta de la casa de Ayelén, amigos y familiares no paraban de llegar, impactados por lo sucedido y porque en ese mismo sitio, había perdido la vida su ser amado, nada más que 24 horas antes.
"El papá quería velarla en la casa pero no nos dieron permiso", comentó Silvia.
El día del accidente, la joven pocitana volvía del gimnasio e iba hacia su casa para bañarse y estar a tiempo a su trabajo, como empleada de un comercio de Rawson. En el domicilio de la familia Castro hay cámaras de seguridad que tomaron imágenes del fatídico accidente. Ahora, esas serán pruebas fundamentales para acusar a Adolfo Kappes (60), el conductor de la Kangoo.

"Le gustaba juntarse con amigos, salir, era muy familiera y siempre estaba contenta", comentó su tía. Ayelén era la hija del medio de sus papás y ese día, salió para hacer su rutina habitual pero nunca llegó.
