Llenarse los ojos con alguna de las fotos de Leandro López es uno de los placeres que se esconden en las redes sociales y otras vidrieras virtuales de por ahí.
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SUSCRIBITELlenarse los ojos con alguna de las fotos de Leandro López es uno de los placeres que se esconden en las redes sociales y otras vidrieras virtuales de por ahí.
Desde hace unos 10 años la cámara se convirtió en una prolongación de su cuerpo. Se topó con la magia de la fotografía siendo un simple aficionado y en esta década de ‘clicks’ nunca dejó de aprender ni de plantearse nuevos desafíos.
Carga 48 años, pero es el niño más feliz del mundo cuando juega a cazar paisajes que realmente impactan. Todos muy sanjuaninos, todos teniendo a la naturaleza como protagonista en distintos grados.
Mis fotos han tenido muy buena aceptación. Me encanta cuando gente de otras provincias se pone en contacto conmigo para que le mande alguna que le trae lindos recuerdos
“Arranqué con un equipo básico y así me fui metiendo en el mundo de la fotografía. Después llegó un momento en el que me dije por qué no tomarlo como un trabajo. Y ahora es prácticamente una fija que cada una o dos semanas hagamos un viaje por algún departamento sanjuanino para retratar sus postales”, comentó Leandro, a quien muchos llaman el ‘Sensei’.
A este maestro de la fotografía y padre de Mariana y Rodrigo le cuesta mucho quedarse con un lugar de la enorme cantidad que ha recorrido. Pero ante la insistencia periodística señaló a la Reserva San Guillermo como un auténtico paraíso.
Metió y mete la cuchara en diferentes géneros fotográficos, pero terminó haciendo de la fotografía nocturna el mejor de sus manjares.
Me gusta mucho ir al campo y me vuelve loco la fotografía nocturna por el tema de los contrastes, los colores. Además, todas esas salidas van acompañadas de asado
Los cielos de Albardón, Sarmiento, Angaco y Caucete a los que más le ha disparado, pero no le queda ningún departamento sin formar parte del puñado de terabytes que atesora en sus preciados discos rígidos.
Su arte visual lo ha convertido en destinatario de varios premios y menciones dentro y fuera de San Juan. Pero de las cosas que más le reconfortan es poder transmitir a través de diferente tipo de cursos sus conocimientos.
“Doy cursos de fotografía nocturna y también de edición de fotografía. Hay chicos con mucho potencial y está genial poder darles algunos consejos. También hay algunos proyectos en mente que ya se irán anunciado”, tiró en todo misterioso López.
Cómo todo el mundo –y nunca podrá ser más literal- se vio afectado por las restricciones provocadas por la pandemia de coronavirus. Pero anteponiendo su espíritu optimista, tomó este frenazo “como una muy buena oportunidad para estudiar y, también, como un necesario empujoncito para reinventarse”.
“Yo la foto la llevo en la cabeza y cuando llego al lugar la hago. Aunque en realidad todo termina de armarse en la computadora”
Gajes del oficio (Anécdota)
“Hace poco estábamos en Angaco, haciendo fotos a la Medalla Milagrosa, y unos amigos se perdieron cuando iban a nuestro encuentro. Entonces empezamos a hacerles señales con la linterna y ellos a nosotros, pero no encontraban la huella. Después de un rato, la ubicaron y pudimos encontrarnos. Hicimos las fotos y cuando estábamos terminando de comer un asadito llegaron los guardaparques y gendarmes. Ellos creían que estábamos cazando animales porque nos vieron con los trípodes y unos bolsos. Pero justo uno de los guardarparques también es fotógrafo y me reconoció. Menos mal que se aclaró todo”.
Leandro López, el sensei de la fotografía
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