Un verdadero asco. Algo totalmente repudiable. Lejos de ser un chiste, es un acto de un animal. Un colectivero de la Línea 39 terminó su recorrido y, cuando iba a limpiar la unidad, se encontró con que un pasajero había defecado.
"Para que vean a lo que nos sometemos a diario. Siempre nos dejan cáscaras de banana, botellas de agua, gaseosas y mucha mugre. Ahora, ésto sí que nunca pasó", contó un colectivero. Mirá la imagen que se prefirió pixelar, ya que ponerla de forma explícita no era necesario. Así de pixelada ya es elocuente.