El conflicto surgido en el paradorPuerto de Palos, de la familia Lamanuzzi, que se encuentra en las inmediaciones del Dique Cuesta del Viento, Iglesia, se conoció en agosto del 2022, cuando la Dirección de Recursos Energéticos detectó que el espacio no cumplía la reglamentación vigente. Debido a las irregularidades detectadas, era potencial no solo el desalojo del lugar, sino también la destrucción del mismo. Tras una serie de presentaciones de parte de los administradores, la situación aún no se resuelve.
Ramiro Cascón, secretario del Agua, comentó a Tiempo de San Juan que desde la administración del parador se presentó un recurso, cuyo expediente se encuentra en la Asesoría Letrada del Ministerio de Obras y Servicios, pero quien tiene que resolverlo está de licencia, motivo por el cual está demorada la resolución. Mientras tanto, Puesto de Palos se encuentra en actividad, hasta que haya una resolución definitiva.
Todo comenzó el año pasado, cuando desde Recursos Energéticos señalaron a este medio que en un periodo de 20 años desde la administración del parador no se había presentado nunca documentación sobre la habilitación del lugar. Esto implica que, si sucede algún inconveniente, el único responsable es el Estado como propietario del lugar, porque nunca se avanzaron en los trámites.
Otro de los motivos para desalojar el parador radica en las condiciones edilicias del lugar. “Ellos dicen que la construcción es precaria, pero depende de cómo se lo mire. Es un lugar rústico y que está lleno todo el tiempo. Respecto a los papeles, presentamos documentación. Si bien nos faltan algunas cosas, nos comprometimos a ponernos al día”, había señalado en su momento Felipe Lamanuzzi, propietario del parador que instaló en el 2002 y recibe alrededor de 800 deportistas por temporada a este medio el año pasado.
“Ya desarmamos parte del parador, pero si no nos aprueban los planos no podemos seguir trabajando. Si la gente viene y acá no hay nada, sería un golpe e impacto muy grande y negativo”, había señalado Lamanuzzi.
Debido a la demora administrativa, el parador sigue funcionando durante la temporada de verano, pero desde la Secretaría del Agua no descartan que el conflicto se solucione a la brevedad, resolviendo las presentaciones presentadas por los prestadores como también asegurando las condiciones de seguridad necesarias para el funcionamiento del lugar.