Este lunes, desde las 13, se abrieron las puertas de la Sala Velatoria de la Municipalidad de Capital para darle el último adiós a Horacio “Chango Huaqueño” Villafañe, el querido folclorista jachallero que falleció a los 72 años. Entre lágrimas, abrazos y guitarras, el velorio tuvo un momento que quedó grabado en la memoria colectiva: sonó “Vallecito de Huaco”, una de sus canciones más sentidas.
El instante fue capturado en un video que comenzó a circular en redes sociales. Rodeado por familiares, músicos y amigos, el féretro fue testigo de una zamba compartida. Las voces se unieron, suaves pero firmes, para entonar esa melodía que el Chango escribió como homenaje a su tierra natal. Fue una despedida íntima y profunda, tejida con las mismas notas que marcaron su vida.
No fue casual la elección del tema. “Vallecito de Huaco” fue la canción que interpretó en su última actuación pública, durante la Fiesta del Molino Viejo, hace apenas unas semanas en Huaco. Aquel día, sentado y ya debilitado por su salud, cantó con el alma. Este lunes, esa misma zamba volvió a sonar, pero esta vez desde quienes lo amaron, como símbolo de respeto, gratitud y raíz.
El homenaje espontáneo emocionó a todos los presentes, recordando que el Chango no solo fue un artista del folclore, sino también un símbolo cultural de San Juan, una voz que hablaba de la tierra, de la gente, y del corazón jachallero.
El Chango Huaqueño ya no está, pero su música sigue viva. Y así lo hicieron sentir quienes lo acompañaron hasta el último acorde.
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