Para el frío aparece un clásico que nunca falla en San Juan. Las sopaipillas, también conocidas como tortas fritas. Este alimento casero, económico y de preparación rápida, es una de las tradiciones culinarias que se mantiene vigente en barrios, plazas y casas de familia.
En San Juan, la costumbre es hacerlas en tardes de frío, acompañadas por mate, café o incluso como guarnición de sopas y guisos. Aunque la receta tradicional sigue siendo la más repetida, hoy existen varias variantes que permiten disfrutarlas dulces, esponjosas o rellenas.
La receta clásica sanjuanina
La versión más sencilla es también la más difundida. Lleva harina, sal, grasa o manteca y agua tibia. Se amasa, se deja reposar unos minutos y se fríe en aceite o grasa caliente. En pocos pasos, se logra una docena de tortas fritas que pueden servirse solas o espolvoreadas con azúcar.
Ingredientes básicos (para 12 unidades):
- 500 g de harina común
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de grasa o manteca
- Agua tibia, cantidad necesaria
- Aceite o grasa para freír
Con levadura, más esponjosas
Algunas familias incorporan levadura para que las sopaipillas resulten más suaves y aireadas. El procedimiento requiere dejar levar la masa antes de freír, lo que demora la preparación, pero aporta una textura diferente.
Versión dulce
Otra alternativa es sumar azúcar y polvo de hornear a la masa. Una vez fritas, se espolvorean con azúcar común o impalpable. Esta variante suele servirse como postre o acompañada de miel y arrope de uva.
Opciones para acompañar
Las sopaipillas se consumen principalmente con mate, pero también se utilizan como acompañamiento de locro, puchero o guisos. En algunos hogares se rellenan con queso o se untan con dulce de membrillo derretido.
Una tradición que se mantiene
Más allá de las variantes, las sopaipillas siguen siendo un emblema de las tardes frías en San Juan. Prepararlas no solo significa cocinar, sino también compartir: la mesa de la cocina convertida en espacio de reunión, con la sartén al fuego y la familia esperando que lleguen doradas y humeantes al plato.