A pocos minutos del centro sanjuanino, sobre la vera de la ruta y en medio del silencio por la falta de tráfico, se encuentran los cerros de Las Lomitas, la huella que persiste del terremoto de 1944. Allí se originó el fenómeno natural que marcó un antes y un después en San Juan, que si bien duró poco más de 15 segundos, destruyó prácticamente toda la provincia y provocó unas 10.000 muertes. Ochenta años después de aquella devastadora tragedia, Tiempo de San Juan recorrió la zona junto al geólogo sanjuanino Gustavo Ortíz.
El terremoto alcanzó 7,4 grados de magnitud en Escala Richter y una intensidad máxima de IX grados en la Escala Mercalli modificada.
El lugar se encuentra a unos 25 kilómetros de la ciudad de San Juan, en la localidad de La Laja, Albardón, y fue el epicentro del movimiento telúrico, aunque abarcó aproximadamente unos 200 km2 y se percibió incluso en otras provincias. "En esta zona se puede apreciar la falla activada durante el terremoto de 1944. A este lugar se llegó después de que investigadores descubrieran que en esta zona había una deformación asociada al mismo y esa deformación se asoció a la falla de La Laja, la que atravesó incluso la ruta y se desplazó, se levantó, unos 50 centímetros posterior al terremoto", comentó el especialista.
La falla de La Laja es única porque está principalmente asociada al desastre natural más importante de Argentina. La falla de La Laja es única porque está principalmente asociada al desastre natural más importante de Argentina.
Para la comunidad científica y geológica, la falla de La Laja representa una de las expresiones más importantes de los últimos 100 años. No sólo en Argentina, sino en el mundo. Investigadores de distintos países llegan a la provincia para conocer de cerca la estructura que puede alcanzar una longitud de aproximadamente 10 kilómetros. Son varias estructuras en una misma falla que si bien se observa en la superficie, continúa también en el subsuelo, hacia adentro de la tierra, alcanzando los 20 kilómetros de profundidad.
San Juan está lleno de fallas geológicas que son capaces de generar terremotos. Algunas de ellas ya generaron grandes sismos: Iglesia (1984), Pocito (1952), Caucete (1977) y Sarmiento (2021).
En la actualidad, se puede observar que los cerillos que están alineados se han levantado o han sido desplazados por acción de la falla. Allí hay dos tipos de estructuras rocosas que tienen hasta 20 millones de años de diferencia. "Estas fallas se denominan con actividad cuaternaria porque están desplazando los últimos períodos geológicos, que son el cuaternario, y todo esos sedimentos cuaternarios están siendo desplazados alrededor de casi más de dos metros. Entre un nivel y el otro, que estaban juntos en un momento, están separados ahora por actividad de esta falla y sucesivos terremotos", explicó Ortiz.
La falla de La Laja, el origen del terremoto de 1944
Un mirador para viajar al pasado
El año pasado, el Ministerio de Turismo y Cultura, junto a la Universidad Nacional de San Juan y la Municipalidad de Albardón, inauguraron la pasarela “La Laja, Epicentro del Terremoto de 1944". La idea fue posicionar como atractivo el desplazamiento de las placas tectónicas que ocasionaron el terremoto, ya que es el único lugar del mundo que una falla está accesible a la orilla de la ruta. Además, al estar en un lugar de fácil llegada permite que esté disponible no solo para turistas, sino también para científicos, residentes, estudiantes y la comunidad toda que podrán ser testigos de la historia de San Juan entendiendo más sobre movimientos sísmicos.
El punto turístico se ubica sobre calle La Laja y Diaguitas, por la ruta que lleva al futuro hotel Termal La Laja.
En la zona se destacan cuatro fallas denominadas de este a oeste, La Laja 1, La Laja 2, La Laja 3 y La Laja 4. Allí, a través de un mesón interpretativo, se explican las características.