Las papas rellenas son un clásico que nunca pasa de moda, pero esta versión les da un giro irresistible gracias al contraste de texturas: crocantes por fuera y suaves por dentro. El secreto está en el horneado perfecto y en un relleno cremoso que se prepara con hummus casero, aceite de oliva y un toque de pimentón ahumado.
El paso a paso comienza con la elección de papas medianas o grandes. Tras lavarlas bien, se cocinan enteras y con cáscara en el horno. Antes de colocarlas en la bandeja conviene frotarlas con aceite y sal gruesa para que la piel quede bien dorada y crujiente. Una vez listas y tiernas en el interior, se dejan reposar unos minutos, se les hace un corte en la parte superior y se retira con cuidado parte de la pulpa.
Ese puré que se extrae no se desperdicia: se mezcla con hummus —preparado con garbanzos procesados— y luego se vuelve a colocar dentro de cada papa. Para realzar el sabor, se rocían con aceite de oliva, se espolvorean con pimentón y regresan unos minutos al horno hasta que el relleno tome temperatura. El resultado: un plato simple, nutritivo y muy tentador.
Además, las posibilidades de personalización son infinitas. Podés sumar perejil fresco, cilantro, semillas tostadas o incluso garbanzos crocantes como topping. Y si lo que buscás es una guarnición, estas papas combinan a la perfección con una ensalada de hojas verdes con rúcula, espinaca, cherry y pepino, o con un salteado de vegetales al wok —zucchini, morrón, cebolla y berenjena— apenas condimentados con salsa de soja o aceite de sésamo.