San Juan explota en debate: la pirotecnia divide opiniones a poco de las Fiestas
Aunque casi 6 de cada 10 sanjuaninos apoyan la prohibición total de los explosivos ruidosos, una fuerte resistencia nostálgica defiende la tradición. Mientras tanto, la Legislatura define el futuro del estruendo navideño.
La temporada navideña y de Año Nuevo siempre ha sido sinónimo de estallidos y colores en San Juan, una costumbre que se mantuvo viva por muchísimos años. Sin embargo, en vísperas de las Fiestas, el ruido no solo proviene de los cohetes, sino de un caliente debate social que se acaba de abrir ¿se debe prohibir la pirotecnia en toda la provincia?
La sociedad sanjuanina parece estar dividida con este tema. Un sondeo realizado por TIEMPO DE SAN JUAN entre sus lectores muestra que la conciencia sobre los riesgos creció, resultando en que el 58,3% de los encuestados está de acuerdo con que no se use ni se venda pirotecnia. No obstante, la oposición a esta medida no es menor, sostenida por los que defienden lo que consideran una "tradición inofensiva" y quienes temen el impacto económico de la prohibición.
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El contexto de la consulta es el proyecto de ley que actualmente se estudia en comisiones dentro de la Cámara de Diputados de San Juan y que busca instalar el "Programa Cero Pirotecnia". Esta iniciativa, presentada en septiembre por el diputado Gabriel Sánchez Barón del bloque San Juan Te Quiero, busca prohibir totalmente en cada rincón de la provincia la comercialización, el suministro gratuito y el uso recreativo de cualquier elemento que genere alto impacto sonoro.
Esta propuesta representa una modificación a la normativa existente. Actualmente, la Ley LP-941-R solo contempla una restricción temporal limitada a los festejos de Navidad y Año Nuevo, una excepción que la nueva norma busca eliminar para que la prohibición sea total en todo el territorio provincial. Quienes suministren o usen estos explosivos de alto impacto sonoro podrían ser sancionados con multas que alcanzan hasta 1000 JUS, clausura, inhabilitación o hasta quince días de arresto, además del decomiso de los materiales. De hecho, varios municipios como Capital, Rawson, Rivadavia, Caucete y Jáchal, entre 15 comunas en total, ya empezaron a poner límites a esta costumbre al regular el uso y la venta de pirotecnia en sus jurisdicciones.
Sanjuaninos divididos
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Los resultados de la encuesta de TIEMPO DE SAN JUAN muestran que el apoyo mayoritario a la prohibición está anclado en motivos de salud y seguridad. La mayoría de los que están a favor lo hacen porque consideran que la pirotecnia genera "ruidos muy molestos", una opción que sumó el 32,8% de los votos, o porque la consideran "peligrosa", que obtuvo el 25,5% de los votos.
Estas preocupaciones están directamente alineadas con los fundamentos del proyecto legislativo, que apunta a una triple finalidad para cuidar el bienestar general. Se busca proteger a las personas con sensibilidad auditiva, incluyendo al grupo vulnerable de las personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA), para quienes el estruendo genera sobrecarga sensorial, malestar o crisis. La iniciativa también pone el foco en los animales domésticos, que sufren enorme estrés y huyen asustados debido a su hipersensibilidad auditiva, y en la seguridad, buscando evitar las graves quemaduras, a menudo sufridas por niños, e incendios que han generado estos elementos históricamente.
Por otro lado, la defensa de los explosivos suma un total del 41,8% de los votos en contra de la prohibición. Esta resistencia se puede leer de dos maneras principales. En primer lugar, existe una lectura profundamente nostálgica y cultural: el 22,5% de los encuestados manifestó que no les parece bien la prohibición porque es simplemente una "tradición inofensiva", un dato que refleja el peso de la costumbre en una provincia que vivió los festejos a "puro estallido" durante años. En segundo lugar, aparece una lectura económica: el 19,3% de quienes se oponen señalaron que la medida afectaría directamente a quienes venden estos productos.
Esta fuerte división subraya que, aunque la sociedad avanzó en la toma de conciencia, el recuerdo de los ruidosos festejos sigue pesando en buena parte de los sanjuaninos. Los impulsores del proyecto, no obstante, sostienen que el silencio no es sinónimo de tristeza. El diputado Sánchez afirma que las celebraciones no tienen por qué deslucirse, ya que la pirotecnia ruidosa puede sustituirse fácilmente por alternativas creativas, como los "juegos de luces" manipulados por drones o la colocación de luminaria especial en edificios emblemáticos. En última instancia, se busca garantizar un medio ambiente más saludable y libre de los daños que, históricamente, ha causado el estruendo.