Ladrones entraron este lunes a la madrugada a un local de Desamparados y dieron un golpe millonario. Robaron al menos diez costosas máquinas, entre ellas rotomartillos de gran tamaño. Solo uno de esos equipos está valuado en 3 millones de pesos.
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SUSCRIBITESucedió en la madrugada de este lunes en Villa Pontoriero. Ladrones se llevaron, al menos, 10 máquinas. Solo un martillo demoledor vale 3 millones de pesos.
Ladrones entraron este lunes a la madrugada a un local de Desamparados y dieron un golpe millonario. Robaron al menos diez costosas máquinas, entre ellas rotomartillos de gran tamaño. Solo uno de esos equipos está valuado en 3 millones de pesos.
La víctima de este hecho delictivo fue el arquitecto Diego Femía, propietario del negocio Herramientas Tacuari, dedicado al alquiler de herramientas de obra y ubicado en Villa Pontoriero, Desamparados. El robo ocurrió alrededor de las 2.40 de la madrugada del lunes, cuando un grupo de delincuentes irrumpió en el local y se apoderó de equipamiento profesional de alto valor económico.
Según relató el propio Femía, los individuos fueron sorprendidos en pleno acto y huyeron rápidamente del lugar, dejando algunas herramientas en el camino. “Así y todo se llevaron una cantidad importante de equipos”, contó el damnificado.
Entre los elementos robados figuran un martillo demoledor Makita de 30 kilos, un martillo máquina de 10 kilos, un rotomartillo Makita de 10 kilos, tres martillos Makita de 5 kilos, un rotomartillo Bosch de 5 kilos, dos amoladoras de cuatro pulgadas y media y una atornilladora eléctrica a batería marca DeWalt. Solo el martillo demoledor de 30 kilos tiene un valor de mercado cercano a los tres millones de pesos. Por eso mismo, se estima que el monto de lo sustraído es varias veces millonario.
La denuncia fue tomada por personal de la Comisaría 28ª de Rivadavia, que tiene jurisdicción sobre la zona. Femía señaló además que todas las herramientas están inventariadas y marcadas con un número de identificación, lo que podría facilitar su localización en caso de ser ofrecidas para la venta. También aseguró que los delincuentes se movilizaban en un vehículo.
Por la modalidad del robo y el tipo de equipamiento sustraído, los investigadores sospechan que se trató de un golpe planificado. Creen que los autores conocían el movimiento del local y sabían exactamente qué herramientas podían cargar con rapidez. El caso quedó en manos de la UFI Delitos contra la Propiedad, que ordenó el relevamiento de cámaras de seguridad de la zona y el rastreo de vehículos sospechosos que circularon por el barrio durante la madrugada.
  