El presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, mantuvieron este lunes en Casa Rosada un encuentro con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. Fue la primera reunión del equipo económico luego de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires.
Del encuentro, que se extendió por algo más de una hora, también participaron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el secretario de Finanzas, Pablo Quirno; el jefe para el Cono Sur del organismo, Morgan Doyle; y la asesora de Goldfajn, Amanda Glassman. “Excelente encuentro con el presidente Milei, el ministro Caputo y el secretario Quirno en la Casa Rosada. Conversamos sobre la agenda de reformas económicas, el impulso al sector privado, la agenda de seguridad y la integración del país en la región y el mundo”, publicó Goldfajn en su cuenta de X.
El BID es uno de los organismos internacionales que respaldó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en abril y comprometió desembolsos por USD 3.000 millones en 2025, dentro de un programa de financiamiento de tres años que asciende a USD 10.000 millones. Los recursos estarán destinados a reformas fiscales, medidas de liberalización económica para atraer inversiones y programas sociales orientados a reducir la pobreza.
En un comunicado difundido en junio, el organismo señaló que su directorio aprobó una hoja de ruta elaborada junto con el Gobierno argentino para acompañar la transformación económica, aunque advirtió sobre la fragilidad de las reservas internacionales y las dificultades políticas que enfrenta el oficialismo para aprobar reformas en el Congreso.
El banco multilateral identificó como desafíos persistentes una tasa de indigencia elevada, con un pico del 18,1%, más de la mitad de los niños en situación de pobreza y una informalidad laboral de 36,1%. También alertó sobre la vulnerabilidad frente a shocks externos, la posible fatiga social ante medidas de ajuste y la débil posición de liquidez del Banco Central.
Mientras tanto, el Palacio de Hacienda enfrenta este mes vencimientos de deuda con organismos internacionales por unos USD 700 millones, en su mayoría con el BID y el Banco Mundial, lo que reducirá el margen de maniobra en el mercado cambiario. En este contexto, el Gobierno busca consolidar respaldo internacional y enviar señales de estabilidad tras el revés en las urnas.