A diez mil metros de altura, cumpliendo con la tradición de las conferencias de prensa aéreas, el papa León XIV lanzó una clara advertencia al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en relación con la situación de "altísima tensión en Venezuela". Poco después de que el avión papal despegara de Beirut con destino a Roma, al finalizar su gira apostólica a Turquía y Líbano, el Pontífice agustino se reunió con periodistas hispanohablantes para abordar la crisis venezolana.
El papa León XIV, el primer Pontífice estadounidense, fue "tajante" al respecto, rechazando "cualquier uso de la fuerza por parte de Estados Unidos para derrocar al régimen de Nicolás Maduro". Si bien reconoció que las señales que llegan de Washington son mixtas, con un peligro latente de escalada, insistió en que el camino debe ser la diplomacia y no la acción militar. El Papa demostró estar "bastante informado" sobre los movimientos geopolíticos.
El Pontífice señaló que las "voces que llegan de Estados Unidos cambian con frecuencia", pero admitió la existencia de "ese peligro, esa posibilidad, de que haya una actividad, alguna operación, incluso invadiendo el territorio de Venezuela". Ante este escenario, el Santo Padre hizo un llamado a buscar alternativas diplomáticas y criticó elípticamente al gobierno de su país de nacimiento, como ya lo había hecho anteriormente al hablar sobre la política migratoria de Donald Trump.
León XIV enfatizó que es preferible buscar opciones no violentas para propiciar un cambio en el país suramericano. Subrayó que, a su juicio, "siempre es mejor buscar maneras de diálogo o presión, quizá presiones económicas, pero buscando otra manera para cambiar, si es así lo que quiere hacer Estados Unidos". Añadió, de forma textual: "Yo, de nuevo, creo que es mejor buscar maneras de diálogo, quizás incluso presión económica, pero buscando otra manera para cambiar, si es lo que deciden hacer en Estados Unidos".
El jefe de la Iglesia Católica destacó que la prioridad de la Santa Sede es el bienestar del pueblo venezolano, que es quien realmente sufre las consecuencias de la crisis. Informó que, junto con la jerarquía eclesiástica, están buscando soluciones para mitigar el conflicto: "A nivel de la conferencia episcopal, con el nuncio, estamos buscando maneras para calmar la situación, buscar, sobre todo, el bien del pueblo, porque tantas veces el que más sufre en estas situaciones es el pueblo, no son las autoridades”.
Este llamado a evitar la incursión militar se da en un contexto de creciente tensión desde septiembre, cuando Estados Unidos desplegó fuerzas navales y aéreas en el mar Caribe, cerca de Venezuela, con el argumento de combatir el narcotráfico. Washington ha vinculado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, con el presunto Cartel de los Soles sin aportar pruebas, e incluso ha informado de ataques contra supuestas lanchas del narcotráfico. La tensión se incrementó recientemente, ya que la Administración Federal de Aviación instó el 21 de noviembre a extremar precauciones al sobrevolar la zona ante una "situación potencialmente peligrosa", sumándose a las advertencias de Trump sobre el posible cierre total del espacio aéreo venezolano.