San Juan inicia una nueva batalla contra la Lobesia botrana, conocida como la polilla de la vid, considerado el bicho más dañino y persistente que enfrenta la vitivinicultura. Lo hace con un dato histórico: por primera vez la campaña se sostiene únicamente con fondos provinciales, luego de que Nación dejara de enviar recursos.
Con una inversión de 1.600.000.000 pesos el operativo 2025/2026 abarcará un 30% más de superficie que el año pasado. El secretario de Agricultura, Miguel Moreno, confirmó que ya se entregaron los insumos fitosanitarios a productores para que los apliquen por su cuenta, y la aplicación por parte de la provincia comenzará de inmediato: esta semana con drones y la próxima con aviones.
Moreno explicó que la estrategia incluye además de las aplicaciones terrestres y la distribución gratuita de productos, créditos blandos a productores. Los productores podrán solicitar préstamos con tasas subsidiadas de 150.000 pesos por hectárea, por hasta un máximo de 7,5 millones por productor, a través de Fiduciaria San Juan.
Es la primera vez que el combate contra la plaga se hará exclusivamente con fondos propios de la provincia, ya que el año pasado –cuando el gobierno de Milei ya había cortado el envío a la provincia- se utilizaron rezagos que se habían ahorrado de años anteriores.
El inicio de la batalla se da en momentos en que el SENASA avisó que la polilla ya empezó a volar. La alerta del organismo nacional es para que las provincias empiecen el control biológico en los departamentos del Valle de Tulum, Sarmiento y 25 de Mayo, en San Juan.
Una plaga implacable
El director de Sanidad Vegetal, Pablo Plana, explicó en mayo pasado en una presentación ante productores a la que asistió Tiempo de San Juan, que la plaga se encuentra “instalada” en San Juan y que las condiciones climáticas aceleraron su ciclo.
La Lobesia, más dañina que otras enfermedades de la vid, afecta directamente la calidad de la uva y, en consecuencia, del vino, lo que produce un impacto económico directo en bodegas y negocios de uva, pasas o mosto. El poder de adaptación es tal que se han detectado polillas vivas incluso a temperaturas bajo cero.
Según datos del INV en San Juan hay 39.683 hectáreas de vid y la temporada pasada el gobierno logró aplicar insecticida en 22,800 hectáreas con avión, un récord histórico. El máximo anterior había sido de 18,000 hectáreas hace aproximadamente cinco campañas. Con esto y el resto de los esfuerzos terrestres se logró “planchar” el crecimiento de la polilla.
La Lobesia es una plaga relativamente nueva en muchos departamentos, aunque lleva unos 13 o 14 años en San Juan. Al carecer de enemigos naturales, se facilita su avance.
Las bodegas y entidades se ponen firmes
Las cámaras vitivinícolas -Bodegueros, Vitivinícola, Mosto y Comercio Exterior- acordaron en conjunto semanas atrás exigir que la uva que llegue la próxima temporada a las bodegas esté libre de la plaga. Esto se traducirá en un sistema de “premios y castigos”: los productores que no realicen los tratamientos recibirán menor precio por su uva, mientras que quienes cumplan con las pautas sanitarias verán resguardado el valor de su producción. Además, los camiones deberán circular tapados para evitar la propagación de la polilla.
El objetivo final es claro: proteger la competitividad de los vinos y mostos sanjuaninos en los mercados nacionales e internacionales. En palabras de los empresarios vitivinícolas, “una finca que no cuida sus viñedos afecta a las demás. El futuro del sector depende de que la provincia pueda controlar al peor enemigo de la uva”.