Con la llegada de las fiestas y el inicio del movimiento turístico más intenso del verano, cruzar a Chile por Mendoza vuelve a ser un desafío para miles de viajeros, entre ellos una gran cantidad de sanjuaninos. Para evitar el caos habitual en la alta montaña, el Gobierno mendocino puso en marcha el llamado sistema de “encapsulamiento”, una estrategia que apunta a ordenar el flujo vehicular y reducir los riesgos en la ruta internacional.
El mecanismo se aplica en el corredor que conduce al complejo fronterizo Los Libertadores y cobra especial relevancia durante el período comprendido entre Navidad y Año Nuevo, considerado el más crítico de la temporada.
¿Qué es y cómo funciona el sistema de cápsulas?
El “encapsulamiento” no se limita a una simple zona de espera. Se trata de una administración controlada del tránsito: en lugar de permitir que los vehículos avancen de forma individual -lo que suele generar largas filas y embudos en la frontera-, los autos se agrupan en conjuntos o “cápsulas”.
Cada cápsula se libera de manera escalonada por la policía o gendarmería, según la capacidad operativa del complejo fronterizo y las demoras que se registren del lado chileno. El objetivo es claro: trasladar la espera a zonas seguras y evitar que los conductores queden detenidos en sectores de alto riesgo de la montaña.
Puntos clave y logística del operativo
Para implementar el sistema, se dispuso una red de paradores estratégicos, conocidos como “pulmones”, a lo largo del corredor internacional. Los principales son:
- YPF km 1151
- Penitentes (primer punto en activarse)
- Punta de Vacas
- Horcones
Cuando la playa de Penitentes se completa, se habilita la de Uspallata. Además, en situaciones de saturación nocturna, el orden de activación de estos espacios puede invertirse para optimizar el flujo de vehículos.
Estos paradores cuentan con servicios básicos, asistencia y presencia permanente de personal de seguridad, lo que permite una espera más ordenada y segura para los viajeros.
Fechas clave y demoras registradas
El operativo comenzó a regir el 20 de diciembre de 2025 y se extenderá hasta el 20 de marzo de 2026. Según los reportes oficiales, el movimiento ya se hace sentir: el jueves 25 se registraron demoras de hasta 90 minutos y hoy viernes la espera llega a 120 minutos para cruzar a Chile.
Para el control del sistema, se desplegaron 20 efectivos en ocho vehículos, encargados de supervisar tanto la ruta como las playas de estacionamiento.
Trabajo coordinado
El funcionamiento del encapsulamiento depende de una coordinación permanente entre la Policía de Mendoza, Gendarmería Nacional, Vialidad Nacional, Defensa Civil, el Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) y Seguridad Vial. A esto se suma el contacto constante con las autoridades chilenas, clave para sincronizar los tiempos de atención en ambos lados de la frontera. (Fuente; MDZ radio, Diario Mendoza).