Bebé hallada de muerta en Caucete: los cotejos de ADN dieron negativo y persiste la incógnita sobre el brutal crimen
La Justicia logró identificar con certeza el ADN de la madre gestante, pero todos los cotejos realizados hasta el momento dieron negativo. Mientras tanto, la causa avanza sobre cuatro líneas de investigación simultáneas, sin lograr aún determinar responsabilidades.
El misterioso caso de la bebé hallada muerta en Caucete, que sacudió a San Juan el pasado 18 de mayo, atraviesa un momento sensible: todos los cotejos de ADN realizados hasta el momento dieron resultado negativo, pese a que la Justicia logró identificar con certeza los perfiles genéticos de la recién nacida y de la madre gestante. Se trata del avance técnico más importante de la causa, aunque por ahora no permitió establecer responsabilidades penales ni esclarecer el crimen y el abandono.
La autopsia reveló que la bebé, encontrada por una pareja dentro de una bolsa en un basural ubicado en las inmediaciones de calles Colón y Salta, murió por asfixia y que vivió al menos 15 minutos. Desde ese momento se desató una investigación judicial sin tregua para reconstruir qué ocurrió y determinar quiénes fueron los responsables.
En el marco de la causa, cuatro mujeres fueron citadas para la realización de cotejos de ADN. Todas accedieron de manera voluntaria, sin necesidad de requerir una extracción corporal obligatoria mediante orden judicial. Las muestras fueron procesadas y no se registraron coincidencias entre los perfiles genéticos obtenidos.
image
El primero de los cotejos de ADN se realizó en el Hospital Céesar Aguilar.
Fuentes del caso subrayaron a Tiempo de San Juan la importancia de haber logrado determinar tanto el ADN de la bebé como el de la madre gestante. “No fue tarea fácil”, expresó la ayudante fiscal Agostina Ventimiglia, de la UFI de Delitos Especiales, que acompaña al fiscal Francisco Micheltorena en la investigación. Según precisó, no existen dudas ni fisuras en la conformación de ambos perfiles genéticos; la incógnita persiste respecto de a quién pertenece el ADN de la gestante.
El principal aporte para la obtención de esa información provino de las muestras tomadas del cordón umbilical, además de las prendas de vestir, los restos de sangre hallados en el lugar, en el cuerpo de la bebé y en la bolsa donde fue encontrada. Con estos elementos se realizaron cuatro cotejos, uno muy cercano al momento del hallazgo y otros a lo largo del avance de la investigación.
image
Una calza, uno de los elementos claves para la extracción de ADN con la que fue hallada la beba asesinada.
Sospecha sobre prácticas abortivas o clandestinas
Una segunda línea de investigación pone el foco en presuntas prácticas abortivas o clandestinas en la zona, que habrían sido realizadas por una mujer que, se sospecha, podría haber asistido a la gestante durante el parto. Esta hipótesis se basa exclusivamente en testimonios de vecinos, a quienes se solicitó colaboración para aportar datos.
Hasta el momento no existe prueba objetiva que confirme esta situación y, aun en el caso de comprobarse la existencia de este tipo de prácticas, la Justicia deberá determinar si existe algún vínculo concreto con el hecho investigado.
Una aguja en un pajar
Otra línea de investigación se centra en mujeres cuyos antecedentes presentan inconsistencias, ya sea entre fechas de parto, alumbramiento, embarazo o gestación, o en casos donde el bebé no aparece. Todas estas situaciones están siendo investigadas de manera exhaustiva.
Ya se solicitaron historias clínicas al Hospital Rawson, que centraliza gran parte de las prestaciones del sistema público de salud, las cuales están siendo analizadas por consultoras médicas de la UFI. En contraste, una dificultad significativa se presenta en los casos de mujeres que realizaron controles o partos en centros de salud privados, donde el acceso a la información es más limitado y el trabajo investigativo se apoya principalmente en testimonios del entorno.
1766748408666-fiscal-francisco-micheltorena
Fiscal del caso, Francisco Micheltorena.
Análisis de cámaras de seguridad y movimientos en la zona
Otra línea clave se apoya en el análisis de cámaras de seguridad ubicadas en cercanías del lugar donde fue hallada la bebé. Se examinaron imágenes de vehículos, motocicletas, bicicletas y personas que circularon por la zona durante la mañana, en horarios próximos al hallazgo.
El trabajo fue extenso debido a que las cámaras no se encontraban próximas al lugar del hecho, por lo que fue necesario realizar un mejoramiento de imágenes mediante tareas de inteligencia. Luego se avanzó en la identificación, uno por uno, de los vehículos y personas detectadas.
Allanamientos y secuestro de teléfonos celulares
A partir de estas identificaciones se realizaron diversos allanamientos, con el objetivo de secuestrar elementos de interés para la causa, entre ellos teléfonos celulares. Todos los dispositivos fueron remitidos al Complejo Científico Forense.
En total, se trabajó sobre seis teléfonos móviles, cuya extracción de datos demandó más de un mes. Actualmente se avanza en un análisis más profundo y minucioso, orientado a la búsqueda de palabras clave y a la geolocalización de los usuarios en el lugar y momento del hecho.