El rally histórico que atraviesan los metales preciosos a nivel mundial también se sintió en San Juan. En el cierre de diciembre, las joyerías del microcentro registraron valores récord para el oro, con precios que prácticamente duplican los de hace poco más de un año, en línea con la fuerte suba internacional del metal.
Según precios estimados relevados en locales del centro sanjuanino, el gramo de oro de 18 kilates llegó a cotizar hasta los 105.000 pesos, mientras que el de 24 kilates alcanzó valores cercanos a los 160.000 pesos. La comparación marca con claridad el salto. A fines de 2024, el gramo de oro de 18 kilates se vendía en San Juan alrededor de los 57.000 pesos, e incluso algo más caro en Buenos Aires.
Como una posible consecuencia del incremento, desde las joyerías indicaron que la demanda de oro cayó durante este año. Sin precisar cifras, los comerciantes aclararon que la baja no fue tan pronunciada, aunque sí se notó un menor movimiento en la compra y venta del metal en comparación con períodos anteriores.
El escenario actual muestra un contraste con lo que ocurría meses atrás. En noviembre de 2024, joyeros del microcentro sanjuanino señalaban un repunte del 20% en la compra-venta de oro durante los seis meses previos, impulsado por eventos sociales como casamientos, cumpleaños y fiestas de egresados. En aquel momento, también advertían que muchos sanjuaninos vendían sus joyas para afrontar gastos corrientes, como el pago de servicios, tratamientos médicos o trámites judiciales.
Detrás de la escalada de precios aparece un contexto internacional excepcional. Este viernes, el oro, la plata y el platino alcanzaron máximos históricos, impulsados por tensiones geopolíticas, la debilidad del dólar estadounidense y una fuerte demanda de inversores que buscan refugio ante la incertidumbre global. Solo en lo que va del año, el oro acumula una suba cercana al 70%, mientras que la plata supera el 150%, marcando su mejor desempeño anual en décadas.
A este panorama se suman las compras de bancos centrales, los recortes de tasas de interés en Estados Unidos y las preocupaciones por el aumento de la deuda pública global, factores que fortalecen el atractivo de los metales preciosos. Sin embargo, en San Juan, ese escenario de precios récord no se tradujo en un mayor consumo: el oro vale más que nunca, pero se vende menos, reflejando el delicado equilibrio entre el valor del metal y el bolsillo de los sanjuaninos.