Miles de reuniones, ampollas en los pies, marchas interminables y un solo objetivo: defender a la comunidad de viñateros sanjuaninos de los abusos de grandes bodegueros o empresas, y consolidar la geografía agrícola local. Un 17 de mayo como hoy, pero de 1954 nació la Federación de Viñateros de San Juan que condujo a reformas pioneras de los viñateros.
La asociación gremial empresaria sigue erguida, pese a que los vaivenes económicos, la carga impositiva y los precios bajos hacen que cada vez haya menos viñateros. Hoy en sus filas reúne a unos 300 viñateros de toda la provincia frente a casi mil que solían reunirse en multitudinarios almuerzos en la Cavic en los años ’60, época del apogeo de la vitivinicultura.
A lo largo de los 70 años vivió muchas luchas, de todo tipo y pocos registros quedan de los inicios. Pero hay tres logros de años recientes cuyas huellas aún perduran en la memoria colectiva. A su actual presidente, Eduardo Garcés, le tocó presenciar alguno de ellos cuando aún ni soñaba con liderar la entidad. Hoy celebran el aniversario en una cena en el Club Social.
“La de estos últimos años es la peor crisis que vivimos los viñateros, por la inflación y porque el bodeguero no paga las uvas de contado. En el 2023 el viñatero termino de cobrar en noviembre la uva que cosechó en marzo”, dijo Eduardo Garcés, presidente de la Federación de Viñateros de San Juan. “La de estos últimos años es la peor crisis que vivimos los viñateros, por la inflación y porque el bodeguero no paga las uvas de contado. En el 2023 el viñatero termino de cobrar en noviembre la uva que cosechó en marzo”, dijo Eduardo Garcés, presidente de la Federación de Viñateros de San Juan.
La pelea por el cargo fijo eléctrico
Fue la mayor victoria de la entidad en años. Cuando en San Juan se privatizó Servicios Eléctricos Sanjuaninos en 1996 y la distribuidora pasó a llamarse Empresa Distribuidora de Electricidad Sanjuanina SA (EDESSA), el grupo chileno comprador eliminó de un plumazo el subsidio del costo del riego agrícola. El aumento en las facturas eléctricas fue enorme y los productores de la Federación de viñateros -entonces presidida por Rodolfo Mó- y la Sociedad de Chacareros, con Raúl Santos; emprendieron una pelea que puso de cabeza al gobierno de Escobar durante casi dos años.
También causó dolores de cabeza a Phillipe Benoit, gerente de EDESSA hasta enero de 1997, luego reemplazado por Andrés Mac Lean; y a Christian Barrientos, el gerente comercial. “Si el gobierno no logra negociar con EDESSA, que recupere la empresa porque los nuevos dueños solo quieren ver fundidos a los productores”, gritaron en una reunión emblemática en diciembre de 1996 en Chimbas.
Hasta la iglesia católica salió en su defensa: “Que el campo no se convierta en un lugar de tensiones. Si queremos una comunidad agraria viva hay que dar un tratamiento equitativo al problema”, dijo el entonces arzobispo Ítalo Severino Distefano y como mediador, pidió “consideraciones” como las que tuvieron en su momento los diferimientos impositivos. 300 tractores en el centro de San Juan y luego de muchas negociaciones políticas los productores lograron que el cargo fijo eléctrico se redujera en cantidad y en tiempo. En vez de todo el año, paso a pagarse solo por 6 meses, como es actualmente. De un cargo fijo de $12,78 pretendido por EDESSA se quedó en alrededor de $1,30.
Las "odiadas" uvas que tiñen vinos
“Che, Eduardo, ¿qué podemos hacer para prohibir la Aspirant Bouchet? El precio de las uvas tintas nunca aumentará si se siguen estirando los vinos blancos” recuerda que le planteo un productor a Garcés en el año 2011. La uva Aspirant se usaba entonces en forma indiscriminada para “teñir” vinos blancos y convertirlos en tintos, porque tienen 6.000 unidades de color frente a las 500/600 de una varietal de uva tinta. Y gracias al "corte" de vinos blancos con vinos de estas variedades provocaba bajos precios.
“Presentamos el pedido al Instituto Nacional de Vitivinicultura y peleamos por la limitación del uso de esa uva para colorear”, dijo Garcés. “Lo que más nos enorgullece es que el INV plasmo en la resolución que limito su uso que fue por pedido de esta entidad”, destacó.
Guillermo García, entonces presidente del INV emitió la resolución: para ser vino tinto, el 60% de uvas debían ser tintas. Tiempo después ese porcentaje subió a 70%, 80% y posteriormente a 85% como rige actualmente. Así, las uvas y el vino tinto, empezó a valer más.
De alrededor de 15.000 viñateros que existían hace 70 años, ahora quedan en San Juan unos 5.000. Las hectáreas de uvas pasaron de 70.000 a unas 35.000 en ese lapso.
Corresponsabilidad gremial
Este mecanismo de registración de trabajadores temporarios para que puedan contar con obra social y jubilación no funcionó en San Juan y su eliminación fue otro hito para los viñateros. El Ministerio de Trabajo de la Nación dispuso que las entidades agrarias firmaran los convenios e Corresponsabilidad gremial en los años 2011 y 2012 para pasar a pagar un cargo fijo por cantidad de trabajadores temporales. Pero los cosechadores de uvas no querían ser registrados para no perder los planes sociales. Ni el gremio de los cosechadores vitivinícolas lo quería.La corresponsabilidad gremial la cobraba el INV e intervenía el vino a los deudores.
La Federación de Viñateros se unió con una entidad bodeguera -la Cámara Vitivinícola que conducía Ángel Leotta-, y pelearon con medio mundo para quitarlo. El gremio Foeva y las cámaras denunciaron el convenio en el 2014, las entidades empresarias hicieron lo mismo, y la corresponsabildad dejó de pagarse en San Juan. En cambio, en Mendoza aun lo siguen pagando.
Embed - Video federacion de viñateros