Una idea nacida en dependencias de la Universidad Católica de Cuyo podría cambiar la ecuación de uno de los proyectos mineros de cobre más grandes ubicado en San Juan. Desde el Instituto del Agua elaboraron una propuesta que involucra al Rio Jáchal para abastecer de agua al proyecto de cobre Vicuña sin depender del complejo y costoso plan binacional que pretende transportar agua desalinizada desde el Océano Pacífico.
El planteo de la universidad, publicado en la red social Linkedlin; apunta a aprovechar los afluentes del Río Jáchal, cuyas aguas poseen un alto contenido salino que las vuelve inutilizables para el consumo humano o agrícola, para abastecer al emprendimiento minero Vicuña que reúne a los yacimientos Josemaría y Filo del Sol, operados por BHP y Lundin.
Mediante procesos de desalinización, la iniciativa busca transformar al río en un recurso industrial útil, al mismo tiempo que regenerar la cuenca y generar un impacto positivo que quede en la provincia.
Desde el Instituto del Agua evitaron ampliar los alcances de la propuesta, indicando que esperan antes la respuesta de la minera. Pero el objetivo buscado es claro: se podría instalar una planta de desalinización local, por osmosis inversa, que permita recuperar ese caudal y destinarlo a usos industriales como la minería.
El plan del agua del Pacífico
La compañía a cargo del emprendimiento Vicuña anunció hace tiempo su plan de utilizar agua desalinizada del Océano Pacífico para abastecer sus operaciones en San Juan a partir del séptimo año de que empiece la producción de cobre en Iglesia.
Este plan implica superar desafíos logísticos y de elevación extremos, como bombear el agua desde la costa chilena (a 650 metros sobre el nivel del mar) hasta la mina en territorio argentino (a unos 4.230 msnm). Además, la importación de este recurso transfronterizo enfrenta grandes interrogantes sobre la obtención de permisos de servidumbres en Chile y la aceptación social.
La propuesta sanjuanina
Frente a la complejidad binacional, el Instituto de la Católica presentó a la minera una propuesta concreta: desalinizar agua por ósmosis inversa utilizando los afluentes del propio Río Jáchal.
Según los expertos de la institución, esta solución no solo reemplazaría la alternativa de importar agua del Pacífico, sino que la riqueza del proyecto se quedaría en la región. Aseguran que el impacto iría mucho más allá del ámbito minero:
- Regeneración Hídrica Local: Se mejoraría sustancialmente la salinidad total y el contenido de boro del Río Jáchal.
- Desarrollo Agrícola: Esto posibilitaría más cultivos y aumentaría la superficie cultivada en localidades como Iglesia, Jáchal y Huaco.
- Beneficios Comunitarios: Mejoraría la calidad del agua potable y las cuencas de agua subterránea.
- Infraestructura Clave: Se incrementaría la vida útil del embalse Cuesta del Viento.
Los promotores de la idea destacan que esta propuesta cumple varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y tiene el potencial de generar un gran impacto regional. Además, garantizaría el "compartir" el agua entre las necesidades de riego agrícola, agua potable y minería, reemplazando la "competencia" por el recurso.
Agregaron que con esta solución se estaría asegurando reemplazar "la competencia" por el agua por el "compartir" el agua entre las necesidades de agua potable, riego agrícola y minería e indicaron que “tenemos una gran expectativa sobre el posible desarrollo de esta propuesta”.