El agua de papa es uno de esos trucos de limpieza caseros que han vuelto a ganar popularidad por su eficacia y sencillez. Gracias al almidón natural que contiene este tubérculo, se convierte en un excelente aliado para eliminar la grasa y devolver el brillo a distintas superficies del hogar.
Por qué el agua de papa ayuda a limpiar pisos
El almidón de la papa tiene la capacidad de disolver restos grasos y suciedad adherida en pisos, paredes o muebles, dejando un acabado limpio sin necesidad de productos químicos agresivos. Por eso, muchas personas la usan como una alternativa ecológica y económica en las tareas domésticas.
Además, el agua resultante de hervir papas o incluso la cáscara puede aprovecharse para limpiar vidrios y espejos. Su acción abrillantadora forma una fina capa protectora que no solo deja las superficies relucientes, sino que también ayuda a repeler el agua y las impurezas.
image
Agua con cáscara de papa para limpiar pisos
Un truco práctico es frotar una rodaja de papa cruda directamente sobre el cristal o los retrovisores, dejando que su almidón actúe unos segundos antes de pasar un paño seco. Este simple paso evita que se adhiera la humedad y mejora la transparencia del vidrio, especialmente en días de lluvia o niebla.