Durante el último terremoto del pasado lunes 18 de enero, una construcción centenaria ubicada en calle Aberastain entre Calles 14 y 15 en el departamento Pocito, donde, según cuenta la historia popular y los registros historiográficos, desde esa “pulpería” salieron los asesinos que acribillaron al gobernador Amable Jones en 1921. Su cuerpo quedó tendido en la vereda de ese mismo lugar hace 100 años, y este hito histórico quedó grabado en la memoria como el sangriento crimen político que cambio la historia sanjuanina.
Durante años esta construcción que resistió el abandono y los sucesivos terremotos de nuestra provincia, en los últimos días quedó reducido a polvo, cañas y escombros, pero el comentario de las redes y sobre todo de los vecinos de toda la vida del lugar fue: ¿por qué no se hizo nada para conservarlo antes de que fuera tarde?, ¿por qué no formaba parte de los patrimonios históricos y culturales de la provincia a pesar de su gran interés histórico, incluso, a nivel nacional?
Todas esas conjeturas y opiniones, aunque duela decirlo, es “llorar sobre la leche derramada”, ya que quedó reducido a escombros. Ahora bien, desde ACODEPAS, el arquitecto Cocinero lamentó el hecho de que este edificio maltratado no haya sido reconocido ni declarado como patrimonio de nuestra provincia, lo cual hubiese habilitado la posibilidad de acción para su protección: “Sabíamos que el edificio estaba en total abandono y al ser propiedad privada no teníamos injerencia sobre el mismo para actuar”.
Sin embargo, Jorge Cocinero desde su lugar, no descartó la posibilidad de que (salvando grandes distancias) se pueda reconstruir de igual manera que se lo hizo con la Casa Natal de D.F. Sarmiento declarado Patrimonio Histórico Nacional.
“La Casa de Sarmiento se cayó dos veces y la volvimos a levantar. Con voluntad todo se puede”, dijo el arquitecto, apelando a quien es el dueño del espacio, que, según los vecinos del lugar, es un empresario tucumano.
Sin el consentimiento y voluntad de los dueños de los lugares que son de valor histórico para la comunidad, no se puede interferir sobre su cuidado y valorización, y aunque se trabaja incansablemente mediante proyectos en conjunto con esta asociación civil, el Ministerio de Turismo y Cultura y en su representación la Dirección de Patrimonio Cultural, no se puede actuar de manera inmediata, pero siempre existe la posibilidad de intervenir, aunque sea en la reconstrucción de las ruinas.
Esta asociación civil activa desde hace 4 años, incluye un grupo multidisciplinario de profesionales e intelectuales de toda la provincia en áreas como la historia, la sociología, la comunicación, la música, la educación y la arquitectura, que ayudan a la preservación, la puesta en valor y el reconocimiento de diferentes espacios históricos/culturales de la provincia que, pudiendo ser declarados patrimonios provinciales con la unión de voluntades tanto del Estado como de los propietarios , se pueden explotar en todas sus posibilidades dándole así valor a la historia de nuestro pueblo a través de su pasado.
Desde ACODEPAS apelaron una vez más a la importante falencia de la mayoría de los sanjuaninos de recordar el pasado y su historia, lo cual genera valor y añoranzas en la vida de todas las personas.
¿Se podrá reconstruir el lugar alguna vez y así devolverle parte de la historia que marcó a los sanjuaninos?