Pasó de mano en mano hasta llegar a una casa de Rivadavia. Sin datos precisos sobre su año de origen, todavía guarda recuerdos de históricas elecciones en San Juan. Hasta fue víctima de la última dictadura militar. Durante el Proceso de Reorganización Nacional estuvo escondida por casi una década en la vieja Legislatura provincial –ubicada al lado del estadio Aldo Cantoni–. Recobró vida con la vuelta de la democracia y luego fue reemplazada por las urnas de cartón. En sus últimos años de utilidad cívica, algunos partidos la usaron para los comicios internos.
Al menos, la urna de madera –y bastante pesada– tiene seis décadas de existencia. Hay un dato clave para inferir su antigüedad. Un rótulo pegado muestra leyendas como “sección”, “escuela” y “número de mesa”, pero el que más llama la atención es la palabra “sexo”, evidenciando las épocas en las que hombres y mujeres votaban por separado.
Otro rótulo es más moderno. Expresa que la urna fue utilizada por las elecciones internas del bloquismo del 2004. En base a este dato, Tiempo de San Juan consultó a Pedro Rizo, un histórico dirigente del partido de “La Estrella” y hombre clave en la vuelta a la democracia en 1983.
De la oscuridad de la vieja Legislatura al regreso democrático
Según reconstruyó Rizo, las urnas fueron guardadas durante el gobierno militar en los altos de la vieja Legislatura, al lado del Estadio Aldo Cantoni. Allí permanecieron varios años, en resguardo del Juzgado Federal, hasta que en 1983 volvieron a utilizarse con el retorno de las elecciones libres.
El dirigente recordó que el organismo nacional dispuso su uso en los primeros comicios democráticos y que, poco después, comenzaron a ser reemplazadas por modelos de cartón. El proceso de renovación fue paulatino y, durante un tiempo, convivieron ambos tipos de urnas en distintos departamentos.
Cómo pasaron a manos de los partidos
Con el tiempo, y ante la falta de espacio para almacenarlas, el Juzgado Federal decidió entregar varias de esas urnas a los partidos políticos. Algunas fueron prestadas y otras donadas, como colaboración para la organización de elecciones internas. Rizo explicó que “era difícil conservarlas” y que probablemente “fueron distribuidas entre los partidos cuando ya estaban fuera de uso oficial”.
Una de esas piezas llegó a manos del Partido Bloquista, que las empleó en comicios internos a comienzos de los 2000. En una de ellas aún se conserva un rótulo que dice “Elecciones Internas – Partido Bloquista 2004”, evidencia de sus últimos años en funciones. Una de esas piezas llegó a manos del Partido Bloquista, que las empleó en comicios internos a comienzos de los 2000. En una de ellas aún se conserva un rótulo que dice “Elecciones Internas – Partido Bloquista 2004”, evidencia de sus últimos años en funciones.
Un objeto con historia
De acuerdo al testimonio del dirigente, las urnas podrían datar de los años '60. En esa década se realizaron comicios que luego fueron anulados y se retomaron elecciones en 1963 y 1973, años en los que estas estructuras de madera aún eran habituales. Rizo estima que se utilizaron en aquellas jornadas y nuevamente en 1983, al restablecerse la democracia.
“En 1985 todavía se usaban, pero después fueron reemplazadas por las de cartón”, señaló. Desde entonces, muchas quedaron en desuso o fueron conservadas por los propios partidos como parte de su patrimonio histórico.
El recuerdo del sistema electoral
Durante su etapa activa, el Juzgado Federal preparaba las urnas con toda la documentación electoral. Sobres, padrones y útiles. Luego eran distribuidas por los departamentos, en un esquema similar al actual. Los partidos, por su parte, entregaban con anticipación los fajos de boletas que debían incluirse antes del inicio de los comicios.
Rizo, quien fue apoderado del Partido Bloquista durante más de 15 años, explicó que ese procedimiento buscaba garantizar que todos los espacios políticos tuvieran sus votos disponibles desde el comienzo de la jornada. Así, la urna no solo resguardaba el acto electoral, sino también la equidad entre los partidos.