Hace 7 años el predio que usa Vialidad Provincial para talleres y depósitos, ubicado en plena Capital, parecía un basural más que una dependencia estatal. Chatarra, aceite derramado, vehículos abandonados, mugre de años e instalaciones obsoletas completaban un paisaje de desidia y que necesitaba una solución urgente. Ahora, desde la repartición mostraron los resultados de una transformación integral que los enorgullece.
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En las fotos de abajo a la izquierda se ve el espacio donde se encuentra la camioneta de la izquierda, a la derecha se alcanza a ver parte de la cargadora sin ruedas. Actualmente con portones.
"Hemos tenido que implementar cambios para mejorar el desempeño. En el 2016 se encontró la repartición en muy mal estado. Los talleres estaban en un estado de abandono profundo y no cumplía ninguna normativa, tanto ambiental como de seguridad, y es cuando empezamos a transformarlos. Esta transformación estuvo de la mano de incorporación de personal, desde profesionales hasta obreros. Así empezamos este proceso y lo bueno que encontramos es que la mayoría del personal se sumó a este cambio y de a poco empezamos a llevarlo a cabo". Así resumió el titular de Vialidad Provincial, Alfredo Cevallos, la transformación de los talleres que se emprendió gradualmente y que ya dan por concluida.
El encargado de la DPV contó que "algunas tareas se hicieron por administración, o sea con los mismos empleados de la repartición comprando los materiales, otra con algunas contrataciones en instalaciones eléctricas, y hoy por hoy podemos estar orgullosos de poder mostrar unos talleres y las áreas de depósito y almacén muy ordenados y que son un ambiente de trabajo diferente y que da respuesta a lo que necesita la repartición para prestar su servicio".
El funcionario aseguró que "los sectores en los que se impactó este cambio fueron los talleres, propiamente dichos, y las instalaciones en general de la calle Maipú, entre Salta y Alem, y en los departamentos fueron el departamento de equipos y talleres, hoy mantenimiento mecánico, el departamento de conservación, la división laboratorio, el laboratorio también estaba en un estado de abandono total".
Consignó que en el laboratorio se actualizó la infraestructura y se la reparó, se mejoraron desde las instalaciones eléctricas hasta la pintura en todo su conjunto. Lo más importante, afirmó, fue adquirir nuevos equipamientos para poder realizar los ensayos y mantenerlos con su contraste y sus calibraciones adecuadas.
"En el departamento de Conservación se mejoraron las oficinas, se repintaron, se actualizaron, se modernizaron y se adaptaron a las necesidades. Y el almacén y depósitos en general, donde se guardan los equipos, donde se preparan los insumos como el premezclado para salir a hacer bacheos, se construyó un depósito para los hidrocarburos, tanto los hidrocarburos nuevos que se van a utilizar, como aceites y demás combustibles, o los ya utilizados", enumeró.
También destacó Cevallos que la Dirección Provincial de Vialidad ha sido la primera institución del Estado en estar inscripta como generadora de residuos peligrosos, y hace tiempo ya que la repartición pudo contratar el retiro de estos residuos, de los aceites quemados, para darle disposición final acorde a la normativa de ambiente.
Servicio clave
Fundada el 26 de octubre de 1964, la Dirección Provincial de Vialidad cumple una función clave en el mantenimiento de las principales rutas provinciales de San Juan. A través de sus obras, se garantiza la transitabilidad, seguridad y conectividad de los caminos.
El Departamento Conservación, es el encargado de mantener las rutas provinciales a través de su cuadro de inspectores, operadores de equipos, choferes, topógrafos, administrativos y personal de servicio. A su vez cumple una importante función socioeconómica de atender emergencias viales, accesos a escuelas, puestos sanitarios, parajes y centros productivos alejados de nuestra provincia manteniéndolos comunicados y favoreciendo el desarrollo de esos lejanos lugares con recursos propios.
Sus talleres, son el espacio fundamental para albergar maquinaria y material necesarios para realizar las obras de conservación correspondiente. La situación original del taller tenía rasgos de una vieja disposición de áreas que en algunos casos no se correspondía con la situación encontrada, por ejemplo: sección Radiadores, chapa y pintura. No había soldadura, ni inyección. Los mecánicos se dividían en mecánica liviana y pesada, atendiendo con dos mecánicos para las ocho zonas. No existía planificación alguna sobre mantenimiento programado. Tampoco se encontraron registros sistematizados y consistentes sobre los servicios realizados.
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Hoy el taller de soldadura cuenta con un sector que cumple todas las normas de seguridad (en breve se completará la pintura del techo). Antes el había parte del espacio ocupado con un vehículo que llevaba años fuera de servicio.
Las mejoras, una por una
En los talleres
Paulatinamente se migró a una nueva organización del taller. Se implementó la programación y planificación de intervenciones para cada una de las máquinas, de acuerdo las horas de trabajo de cada una, en conjunto con el registro de todas y de los materiales y repuestos utilizados.
La reestructuración del taller contempló dividir al equipo en tareas según dos áreas principales:
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Mecánica preventiva y de emergencias: Atención del mantenimiento programado y eventos imprevistos.
Reparaciones de urgencia y reconstrucción: Responde a trabajos complementarios o mecánicos de mayor envergadura como servicio de lavado o controles rutinario o bien soldadura, tornería u otros.
Este cambio incluyo la documentación de todas las acciones, dejando registro en un sistema informatizado.
Todas las unidades que no son equipo vial, se derivan a talleres tercerizados, priorizando los servicios oficiales o proveedores desarrollados técnicamente. Excepcionalmente, cuando se trata de un servicio que la situación lo requiera y se posean los repuestos se atiende con recursos propios del Dpto.
Los resultados de estos cambios en la organización se percibieron a medida que se implementaban, para lograrlos se realizaron entrenamientos y capacitaciones brindadas por los proveedores de los equipos. Todo el conjunto de acciones impactó fundamentalmente en aumentar horas disponibles de las máquinas, camiones y vehículos livianos de la repartición.
En el parque de equipos viales, camiones y herramientas
Vialidad Provincial poseía un parque de equipos en general antiguo y con problemas de mantenimiento algunos. Como resultado de esto muy baja disponibilidad por salidas a servicio por imprevistos. Casi en la mayoría de los equipos viales, los horómetros no funcionaban, esta situación sumada a la falta de registro de intervenciones y al personal no capacitado en planificar confluía en un desorden que impactaba también en la baja disponibilidad.
En total se contaba con:
- 48 máquinas, de las cuales funcionaban 26.
- 4 camiones, livianos de los cuales funcionaban 2.
- 4 camiones tractores, de los cuales funcionaba 1.
- 2 bateas fuera de servicio. Operativa 0.
- 2 carretones de los cuales funcionaba 1.
- 29 camionetas y utilitarios de las cuales funcionaban 20, muchas de las cuales tenían más de veinte años de servicio, varias de ellas con un estado absolutamente deplorable y dando un servicio completamente inseguro.
Las mejoras organizacionales mencionadas impactaron significativamente en el servicio que se le brindaba a los equipos que se encontraban en buen estado. Sin embargo, no era suficiente para las tareas que se le pedían al Dpto. Conservación, por ello se implementó un plan de compras en diferentes etapas adquiriendo los siguientes equipos:
- 33 máquinas viales.
- 20 camiones.
- 33 camionetas y utilitarios.
Esto llevó a dar de baja a las maquinarias obsoletas que no daban un servicio confiable y/o insumían un costo importante en sus reparaciones en relación con la prestación que podían entregar. La adquisición incluyó capacitación y entrenamiento a los mecánicos y operadores de la DPV. Se elaboraron procedimientos de atención y se confeccionaron especificaciones técnicas para todas las unidades.
Así, se logró un incremento significativo de la disponibilidad y confiabilidad. Se incrementó el rendimiento y producción al contar con equipos de mejores prestaciones. El cambio en las condiciones de trabajo de operadores y mecánicos fue altamente significativo repercutiendo en motivación general.
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Hoy muy pocos equipos se encuentran parados en mantenimiento o guardados. El resto está operativo en los frentes de trabajo.
Para tener una percepción en número y sin eliminar las máquinas que se encontraban totalmente fuera de servicio, el incremento de la disponibilidad fue de:
- Motoniveladoras 86%.
- Topadoras 133 %.
- Cargadoras 50%.
- Retropalas 66%.
- Minicargadoras 250 %.
- Excavadoras 200%.
- Rodillos compactadores 100 %.
- Camiones 250 % (incorporando regadores de agua que no existían en servicio).
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Esta maquinaria le ha permitido al Departamento de Conservación lograr, junto con sus mejoras en los procesos, objetivos antes inalcanzables en todos sus frentes de trabajo y todos los rincones de la provincia. El equipamiento adquirido posee importantes ventajas de seguridad y conservación del medio ambiente.