Dicen que las oportunidades están para ser aprovechadas y en esas andas el sanjuanino Diego Mingorance, quien desde hace unos meses se encuentra su talento y experiencia de bartender en barras de Chile.
Para continuar, suscribite a Tiempo de San Juan. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITETuvo una primera y corta experiencia en Valparaíso, pero como sorpresa divina le surgió la oportunidad de ponerse al frente de un bar que se inauguraba en La Serena. Felicidad, nostalgia y desafíos a golpe de coctelera.
Dicen que las oportunidades están para ser aprovechadas y en esas andas el sanjuanino Diego Mingorance, quien desde hace unos meses se encuentra su talento y experiencia de bartender en barras de Chile.
En San Juan es uno de los más reconocidos, pero el país trasandino le tira desde siempre. Comentando cómo le surgió la chance dijo: “El año pasado me ofrecieron en mayo irme a trabajar a la parte de Algarrobo, en Valparaíso -cerca de Santiago-. Querían que trabajara la temporada de invierno en un restaurant que está en la playa, en el parque El Canelo que es muy bonito. Por cuestiones laborales no pude aceptar esa propuesta y me consultaron si podía ser en la temporada de verano. En octubre me volvieron a hablar de ese restaurant, que el dueño Emiliano Aragón, también sanjuanino, acepté".
“Pasé Navidad con mi familia, terminé unos cursos de coctelería que estaba dictando en San Juan y viajé para, me vine para acá. Estuve todo enero trabajando ahí en Algarrobo y junté dos de mis francos para venir a La Serena a visitar a unos amigos. Acá surgió una propuesta laboral, mucho más interesante que la que tenía en Algarrobo, y estoy en La Serena”, añadió Diego.
Pero el vínculo de Mingorance con Chile viene desde mucho antes: “En La Serena vacacioné desde que tenía 14 años con mi familia y ya después empecé a venir solo. Siempre de vacaciones hasta que en el 2018 me vine a probar suerte, donde estuve trabajando 6 meses en un hotel estuve. Siempre trabajando como bartender y también alternando como garzón, porque conviene mucho más. En eso fue en el 2018 y mis intenciones eran al año siguiente seguir trabajando, pero vino la pandemia y se complicó. Este año me surgió de nuevo la posibilidad y, bueno, acá estoy”.
Y esta nueva aventura tiene aún un extra muy especial, ya que no todos los días uno se pone tras una barra que está con ‘los plásticos puestos’. El bar donde Diego tira magia y homenaje paladares chilenos y de personas de todo el mundo acaba de inaugurar.
“Mi trabajo consiste en preparar y servir cócteles exclusivamente y esta semana arranqué en este bar que está cero kilómetros. Yo estrené la barra, use por primera vez las herramientas. Todo de cero y la verdad que me siento dichoso de lo que me está tocando vivir. Es el sueño del bartender estar en un bar que se está inaugurando, que uno esté estrenando todo. Es muy lindo el bar y para un bartender es un orgullo estar aquí”, confesó el coctelero sanjuanino.
En cuanto a lo forma de manejarse de los chilenos en la noche de La Serana y sus hábitos de consumo en un bar, Diego ya les sacó la dicha: “Son muy buenos clientes los chilenos y valoran mucho lo que es el servicio de parte de un argentino”.
“Y lo que más se toma acá es el pisco, lo toman como agua. Mi especialidad es el pisco sour. Todavía no me ha dado tiempo de empezar con cócteles de mi autoría, pero la idea es implementar lo antes posibles en la carta cócteles de ‘identidad San Juan’, que son todos cócteles con productos regionales y tratar de unirlos con el pisco, que es lo que más toman acá”, explicó Mingorance, quien aún sin haber terminado la temporada estival ya tiene sobre la mesa una oferta para quedarse todo el año.
“La verdad que estoy feliz. Me encanta La Serena, me encanta Chile. Me gusta mucho el trato que nos dan. Por ahí esa rivalidad que existe yo no la veo. Yo veo que la gente de Chile es muy buena, muy amable. Esta es mi primera semana de trabajo en este bar y me siento como que trabajara toda la vida acá por el trato de los clientes, el trato de los dueños. Estoy muy bien y también tengo que decir que se extraña un poco San Juan. Pero bueno, uno tiene que salir de su zona de confort, a lo que que está acostumbrado. Creo que si tomé la decisión de venirme a trabajar acá es porque uno quiere hacer otras cosas y siento como que San Juan, y espero que no se tome a mal, ya me quedó chico. Ya quería salir”, concluyó el ya bartender internacional.