Mercado Libre (ML), la empresa de comercio electrónico fundada por Marcos Galperín, lanzó una fuerte crítica contra las plataformas chinas Temu y Shein, al considerar que sus operaciones en América Latina están generando una competencia desigual para las compañías que sí cumplen con las regulaciones locales.
La compañía ha solicitado abiertamente a los gobiernos de la región, incluida la administración argentina, que refuercen las normas de importación y los controles aduaneros, con el objetivo de asegurar condiciones justas para todas las plataformas que operan en línea.
Juan Martín de la Serna, presidente de Mercado Libre Argentina, ha sido la voz principal detrás de este reclamo, insistiendo en que "es importante tener un buen marco regulatorio que sea igual para todos los que compiten". De la Serna enfatizó que las regulaciones son "muy importantes, tanto en las finanzas como en el comercio".
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Según directivos de ML, estas aplicaciones asiáticas aprovechan supuestos vacíos fiscales y aduaneros para introducir grandes volúmenes de mercancía. El efecto inmediato es que logran vender productos a precios ultrabajos y con envío gratuito, sin pagar los mismos impuestos que las compañías establecidas en el continente.
El ejecutivo de Mercado Libre advirtió que este crecimiento acelerado y el ingreso masivo de productos de bajo costo provenientes de China representan una grave amenaza para las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Es crucial recordar que las Pymes representan cerca del 90% del volumen de ventas de Mercado Libre.
Mercado Libre asegura que este fenómeno "corre el riesgo de socavar el tejido productivo local y de poner en peligro los empleos en la región".
De la Serna fue categórico al señalar que el crecimiento sin control de estas plataformas "desequilibra el campo de juego". Además, advirtió que la apertura indiscriminada del mercado, que permite a empresas asiáticas enviar productos por barco, resulta en dar trabajo a empresas chinas, no argentinas, y que con las regulaciones actuales "no se generan puestos de trabajo locales".
Para diferenciarse, el ejecutivo también señaló que, por lo general, estas empresas asiáticas "venden productos de baja calidad".
A pesar del desafío, Mercado Libre se mantiene como la mayor empresa de e-commerce latinoamericana, con más de 112.000 empleados y 27 trimestres consecutivos de crecimiento anual superior al 30%. La irrupción de nuevos competidores, de hecho, ha obligado a ML a ser más agresivo en inversiones y eficiencia logística.
Este año, la compañía invirtió USD 65 millones en un nuevo centro logístico en las afueras de Buenos Aires, buscando mejorar su capacidad operativa.
Sin embargo, el crecimiento de los competidores es exponencial: Temu, conocida por sus precios ultrabajos, logró que sus usuarios activos mensuales en América Latina crecieran 143% interanual en el primer semestre de 2025, superando los 105 millones de personas.
El reclamo de ML llega mientras otros países de la región ya han tomado cartas en el asunto: México, Chile y Uruguay avanzaron con medidas para endurecer las normas fiscales y de importación de productos chinos de bajo costo, buscando proteger a sus minoristas locales. En contraste, la Argentina por ahora no ha tomado medidas al respecto.
El pedido de Mercado Libre subraya una paradoja regulatoria: una de las empresas más grandes de la región, habitualmente defensora de la eficiencia de mercado, está solicitando activamente al Estado que intervenga y controle la actividad comercial de sus competidores globales para asegurar un "entorno equitativo".