Mauricio Macri expresó nuevas críticas hacia el rumbo del gobierno de Javier Milei durante su participación en el Foro ABECEB, donde sostuvo que “el mundo ha vuelto a estar liderado por personalidades narcisistas que ni escuchan” y llamó a recuperar la empatía en el ejercicio del poder. En su exposición, analizó el rol estratégico de América Latina, abordó su vínculo con La Libertad Avanza (LLA) y opinó sobre la reciente designación de Manuel Adorni como jefe de Gabinete, que motivó uno de sus cuestionamientos más directos al oficialismo.
“Apoyó a este gobierno para gobernar en una situación de minoría muy difícil, pero ejercer liderazgos sin equipo se hace muy difícil”, señaló Macri, al explicar los motivos del respaldo que brindó el PRO tras la victoria electoral de Milei. Si bien evitó mencionar al presidente por su nombre, las referencias a su estilo de conducción fueron explícitas. El expresidente compartió panel con sus pares de México y Chile, Felipe Calderón y Eduardo Frei Ruiz-Tagle, y describió un escenario global con “una oferta de liderazgos en retroceso” y “violencia en el debate de ideas”.
Macri sostuvo que el PRO “apoyó como nunca en la historia de la política argentina un partido que no era gobierno”, pero remarcó que ese acompañamiento tiene límites claros. Según dijo, su partido “va a seguir” respaldando al oficialismo. “En el PRO creemos, sobre todo en esta era de una política tan fragmentada, tan violenta, que ejercer liderazgos sin equipo, sin compartir en los esquemas de decisión, se hace muy difícil”.
La relación con Milei, afirmó, se mantiene en buenos términos en lo personal, aunque con diferencias que no logran resolverse del todo en el plano político. “No logramos ponernos de acuerdo”, reconoció Macri tras detallar el contenido de una reunión reciente con el Presidente, donde discutieron la integración del equipo de gobierno para la segunda etapa de gestión.
Más allá del plano nacional, Macri analizó los desafíos globales del liderazgo actual, al que describió como condicionado por una “revolución de las expectativas”. “La violencia con que hoy se comunica la sociedad en el debate de las ideas ha provocado un retroceso terrible en la oferta de liderazgos. Los empáticos se corren, y el mundo vuelve a estar liderado por personalidades narcisistas”, enfatizó durante su exposición.