En San Juan, un fenómeno comenzó a llamar la atención dentro del ámbito policial y judicial: delincuentes sanjuaninos que, lejos de mostrar arrepentimiento o vergüenza tras ser detenidos, posan ante las cámaras con una sonrisa. En los últimos días, tres casos distintos pusieron nuevamente el foco en esta extraña reacción, que mezcla desafío, nerviosismo y hasta una aparente falta de conciencia sobre la gravedad de sus actos.
El más reciente es el de Juan Ramón Guerra, un hombre de 39 años que fue arrestado el 11 de octubre después de ser sorprendido saliendo de una vivienda con un rollo de membrana al hombro. La propietaria del lugar lo denunció al reconocer los elementos como propios, y al ser detenido la Policía le secuestró cables, llaves térmicas y zapatillas eléctricas.
Lejos de mostrarse preocupado, Guerra sonrió ampliamente ante las cámaras mientras era trasladado en el patrullero. Días después, el mismo sujeto volvió a ser arrestado por otro robo —esta vez, de una escalera metálica—, aunque se desconoce si repitió el gesto.
Otro episodio similar ocurrió en Chimbas, donde Emanuel Miranda, de 24 años, fue detenido el 11 de octubre acusado de iniciar un incendio en una vivienda. En la fotografía policial también se lo vio sonriente, pese a estar acusado de un hecho grave.
Y algo parecido sucedió el 6 de octubre en Capital, cuando Ramiro Omar Guzmán Álvarez, de 22 años, fue capturado mientras intentaba sustraer objetos tras escalar una medianera. El joven fue detenido y, al igual que los otros, no escondió su sonrisa ante la cámara policial.
Estos hechos podrían leerse como una forma de resistencia simbólica frente a la autoridad o incluso como una búsqueda de notoriedad, en una época en la que la exposición mediática forma parte de la vida cotidiana. Es por ello que Tiempo de San Juan consultó con dos especialistas que brindaron sus puntos de vista para tratar de establecer qué hay detrás del llamativo accionar.
Una forma de defensa emocional o desafío
Consultada por este medio, una psicóloga especializada en conducta humana sostuvo que este tipo de reacciones pueden tener diversas lecturas, pero todas remiten a mecanismos emocionales profundos. “Lo normal y lo esperado es que cuando una persona es atrapada sienta vergüenza, esté arrepentida y agache la cabeza. Esas eran conductas que se veían antes. Ahora, si ves que hay delincuentes que sonríen, puede ser una respuesta instintiva, como un mecanismo de defensa emocional”, explicó.
Según la especialista, esa sonrisa no necesariamente refleja alegría, sino que puede surgir como una forma de tapar la incomodidad o el miedo. “También sienten vergüenza o nerviosismo por haber sido atrapados. Muchas veces es una actitud desafiante, de no mostrarse débiles ante la policía o ante quien los detuvo. Es una respuesta instintiva al quedar expuestos”, agregó.
La profesional además señaló que, en algunos casos, puede tratarse de trastornos de personalidad. “Cuando hablamos de conductas antisociales o delictivas, puede presentarse un trastorno como el de un psicópata, que se caracteriza por la falta de empatía y remordimiento. En esos casos, la sonrisa puede ser una forma de enaltecer su ego, de sentirse el centro de atención del hecho delictivo. No toma conciencia del daño causado, sino que se enfoca en haber logrado su objetivo”, advirtió.
Un cambio en la mirada social sobre el delito
Desde una perspectiva social y más abocada al sujeto en interacción con otros, una socióloga sostuvo que este tipo de actitudes deben interpretarse también en el contexto de los cambios culturales y de valores que atraviesa la sociedad. “Esa conducta puede tener distintas causas. Es difícil sacar conclusiones solo con una fotografía, pero desde lo social puede tener que ver con un cambio en la concepción del delito por parte de los sujetos”, explicó.
La especialista destacó la importancia de analizar la trayectoria de cada persona para comprender su comportamiento. “No es lo mismo alguien que delinque por primera vez que alguien con antecedentes. Si se trata de personas con reincidencia, eso puede ser un factor clave para entender por qué reaccionan así. Son temas sociales muy interesantes para investigar”, reflexionó.