Un momento de extrema tensión se vivió en el barrio Villa Gilbert, en Pocito, cuando un bebé de apenas un año comenzó a convulsionar en plena vía pública. Gracias a la rápida intervención de dos efectivos policiales, el pequeño logró estabilizarse y hoy se encuentra fuera de peligro.
Este hecho ocurrió por la tarde del sábado, cuando el Cabo Nahuel Gómez y la Agente Romina Aracena, de la División Comando Sur, fueron comisionados a la zona de calle Lemos y Sarmiento, tras recibir el alerta de una emergencia médica. Al llegar al lugar, se encontraron con la abuela del menor, quien les explicó desesperada que el nene había comenzado a convulsionar mientras estaban en su casa.
Al ver que la ambulancia del 107 no llegaba, los policías no dudaron ni un segundo: cargaron al bebé y a su abuela en el móvil y salieron a toda velocidad hacia el Hospital de Pocito.
Durante el trayecto, el bebé se descompensó aún más. Fue ahí cuando la agente Aracena le practicó maniobras de primeros auxilios dentro del patrullero, logrando que el menor recupere el conocimiento antes de llegar al centro de salud.
Ya en el hospital, el pequeño fue asistido por el personal médico, que confirmó que estaba estable. Por precaución, fue trasladado luego al Hospital Rawson para realizarle estudios más completos.
La acción decidida de los policías fue clave para que el nene se estabilizara antes de llegar al nosocomio departamental.