Hace un año atrás, una joven sanjuanina denunció en UFI CAVIG que el padre de su amiga la violó cuando ella se quedó a dormir en su casa en Capital. Para la fiscalía hay elementos suficientes para acusar a este hombre por abuso sexual con acceso carnal. Caso contrario a la defensa que sigue firme en una postura totalmente diferente.
El acusado, Ricardo R. está señalado de abusar la amiga de su hija el día 3 de junio de 2023. La teoría del caso del fiscal Mario Panetta Soppelsa es que este hombre entró a la habitación donde estaba durmiendo su hija con la víctima, que fue directo contra la damnificada y la violó. Según la denuncia, la chica se despertó por el dolor, se dio cuenta que era el padre de su amiga y que solo atinó a ponerse la sábana encima y a llorar.
Aparentemente, la hija del acusado se despertó y supuestamente le preguntó qué estaba haciendo. A lo que Ricardo R. le expresó que estaba buscando el cargador y después se retiró de la casa.
La palabra de la denunciante también será escuchada en el juicio.
Para la defensa a cargo de Hernán Pascual, Ricardo R. no cometió este abuso y solo entró a la habitación a buscar el cargador y que después se fue de la vivienda para ir a jugar a la pelota.
La jueza de Garantías Gloria Verónica Chicón elevó la causa a juicio por el delito de abuso sexual con acceso carnal y será con jurado unipersonal (ya que la pretensión punitiva de pena de la fiscalía es de 7 años).
En este hecho en particular hay un testigo clave, se trata de la amiga de la denunciante e hija del acusado. Ella estuvo en la misma habitación y será testigo en el juicio. Según informaron fuentes judiciales ella ya no se habla con la chica que denunció el caso y actualmente la relación con su padre es buena y unida.
El 3 de junio la denunciante y su amiga salieron a un boliche y regresaron alrededor de las 5:30 horas a la casa de su amiga y se acostaron a dormir en una misma habitación. El abuso habría ocurrido cerca de las 9:00 horas de ese mismo día. La víctima expresó en su denuncia que ella se fue cuando comprobó que Ricardo R. no estaba en su casa y que no le dijo nada a su amiga. Recién en horas de la tarde le envió mensajes contándole lo que supuestamente había pasado.