La tentativa de homicidio ocurrida este miércoles por la tarde en el Asentamiento Fe y Esperanza de Chimbas, tiene una historia oculta. Los protagonistas tienen un problema de reciente data, es más, ha ocurrido hace unos días.
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SUSCRIBITETanto la víctima como el atacante tienen un inconveniente de reciente data y desde ahí viene la “bronca”. ¿Qué pasó?
La tentativa de homicidio ocurrida este miércoles por la tarde en el Asentamiento Fe y Esperanza de Chimbas, tiene una historia oculta. Los protagonistas tienen un problema de reciente data, es más, ha ocurrido hace unos días.
Fuentes judiciales informaron que Fernando Sosa (ahora la víctima) hace unos días habría querido entrar a robar en la casa de Esteban Uriel Segovia -el atacante que está prófugo-, pero que no pudo. Segovia se enteró de lo que había hecho Sosa y se quedó con la sangre en el ojo; contaron desde el entorno los Segovia a los investigadores.
El encuentro entre ambos se dio este miércoles en la tarde. La discusión por el hecho comenzó y después se fueron a los golpes de puño.
En ese momento Segovia habría sacado un arma y le habría disparado a Sosa. De igual manera, los investigadores expresaron que la herida que presentó Sosa en su cabeza no habría sido por el roce de un proyectil. El médico legista cree que se hizo con un objeto contundente, y supone que fue por un culatazo.
El disparo existió porque los vecinos los escucharon, el proyectil no se encontró en la escena y tampoco había sangre. Los restos que se hallaron fueron a tres casas de donde ocurrió la trifulca.
Segovia sigue prófugo y cuenta con un extenso prontuario. En abril tuvo la última caída por portación de arma de fuego. Por esa causa fue condenado a 1 año de prisión condicional. Aparte de este delito cuenta con otros antecedentes como robos, amenazas, hurtos, entre otros.
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