El relato del hermanito fue perturbador. Contó que entró al comedor de la casa y encontró al hombre mayor dándole “picos” a su hermana de 12. Esa escena fue la que destapó el caso en agosto pasado, pues el niño contó a su mamá todo lo que vio y así se enteraron que ese empleado estatal que visitaba su casa, cometía abusos sexuales contra la nena. Ese mismo sujeto ahora fue condenado. Este jueves a la tarde, un tribunal lo castigó con 10 años de cárcel.
El ahora condenado es Julio Antonio Orrego, de 61 años, domiciliado en Chimbas y chofer del Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia, informaron fuentes judiciales. Los jueces Alberto Caballero, Juan Carlos Caballero Vidal y Juan Gabriel Meglioli lo declararon responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal, reiterado y agravado por ser cometido contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia, y desobediencia a una orden judicial.
Y todo se descubrió después de que otro niño de la familia presenció esa escena en que el sujeto le daba besos en la boca a la niña. La mamá se enteró de esto y conversó con la nena, quien le detalló los abusos de los que era víctima hacía tiempo.
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El juicio. El veredicto se conoció este jueves.
Este hombre mantenía una relación de amante con la madre de la niña y la visitaba cada fin de semana, incluso se quedaba a dormir en la casa de la mujer en un departamento del este de la provincia. Lo que quedó demostrado en la causa fue que Orrego aprovechaba algunas ocasiones en que se quedaba a solas con la niña y la sometía a manoseos y otros ultrajes sexuales.
Eso se prolongó durante un año. Y todo se descubrió después de que otro niño de la familia presenció esa escena en que el sujeto le daba besos en la boca a la niña. La mamá se enteró de esto y conversó con la nena, quien le detalló los abusos de los que era víctima hacía tiempo.
La denuncia se radicó el 27 de agosto de 2021 en la UFI ANIVi y el 4 de septiembre la jueza Gloria Chicón ordenó al empleado público no acercarse a la víctima mientras realizaban las primeras medidas. Eso no frenó al hombre, que llamó por celular a la madre de la víctima, la increpó y le dijo, entre otras cosas: “esto no va a quedar así”. En octubre, finalmente fue detenido y desde entonces quedó preso en el penal de Chimbas por pedido de la UFI del Centro ANIVI.
Desde la semana pasada, Orrego empezó ser juzgado antes los jueces Alberto Caballero, Juan Carlos Caballero Vidal y Juan Gabriel Meglioli. El fiscal Duilio Ejarque pidió la condena en base a numerosas pruebas y el tribunal resolvió este jueves a la tarde. Dictó la pena de 10 años de prisión para Julio Orrego por los delitos de abuso sexual con acceso carnal, reiterado y agravado, y desobediencia a una orden judicial. Esto último por haber hostigado a la denunciante cuando tenía prohibido tener contacto con ella y su familia.