Durante la mañana de este jueves, dos hermanos pocitanos, de 23 y 22 años, fueron condenados por el juez Juan Carlos Caballero Vida (h) a 16 años y 6 meses de prisión, luego de que aceptaran ser responsables de una serie de abusos contra cuatros sobrinitos, de entre 4 y 11 años. Fue en un juicio abreviado que se llevó a cabo en la Sala I de la Cámara Penal. Tanto los acusados, como Fiscalía -a cargo de Marcela Torres-, defensora de los menores, Patricia Sirera, y el juez firmaron el acuerdo y, de esta manera, evitaron ir a juicio ordinario.
Los abusadores permanecen detenidos en el penal de Chimbas desde marzo de 2017, época en que se dieron a conocer las vejaciones a las que sometían a los niños. Debido a la gravedad del caso y su complejidad se vencieron los plazos de dos años de detención, de modo que en marzo último tuvieron que prorrogar la prisión preventiva.
Fuentes del caso indicaron que las víctimas vivían en una constante situación de riesgo y vulnerabilidad en el seno de una familia numerosa marcada por la marginalidad y la pobreza en un asentamiento del departamento Pocito. Al parecer, los chicos –nenas y varones- eran sometidos a todo tipo de vejámenes y abusos sexuales por sus propios tíos, que en aquel entonces tenían 18 y 19 años, revelaron fuentes judiciales. El caso fue denunciado a principio de 2017 y en marzo de ese año detuvieron a los jóvenes.
Se comprobó que los chicos corrían peligro estando con su familia, fue así que la justicia dispuso que los retiraran del rancho donde vivían y los alojaran en hogares del Estado. Actualmente están repartidos en distintos hogares bajo el cuidado de otras familias.