Hace apenas una semana, la China Suárez dejó atrás Buenos Aires y arribó a Estambul con Mauro Icardi, en medio de una agenda mediática y personal que la volvió a poner en el centro de la escena. Después de varias semanas intensas marcadas por apariciones en programas como el de Mario Pergolini y Moria Casán que generaron repercusiones, especialmente al reavivar el Wandagate, la actriz eligió ahora el ciclo Puro Show (El Trece) para dar una nueva entrevista desde tierras turcas y, en esta ocasión, habló sobre su vínculo con Wanda Nara.
Durante la nota televisiva, la China fue consultada por los constantes ataques de trolls en redes sociales, muchos de ellos coordinados e incluso presuntamente impulsados por sectores ligados a Wanda, su antagonista mediática desde que ella tuvo un affaire con Icardi cuando aun estaba casado con la empresaria. Sin vueltas y con la sinceridad que la caracteriza cuando se propone hablar “sin filtro”, la actriz reconoció: “Es real. Obvio que me enteré y lo vi, pero lo bueno es que se están dando cuenta, ven las estadísticas cuando te contratan y te piden algo. Me ocurrió con dos marcas turcas que, automáticamente, me llamaron y me dijeron que me quede tranquila”.
La actriz apuntó que para quienes enfrentan ataques organizados, la realidad termina poniendo las cosas en su lugar. “Me da lástima, no es algo que me enoje o de bronca. Es algo que en algún momento iba a pasar, pero es penoso vivir pendiente de la vida de otro para hacerle daño”, reflexionó. Por otro lado, al ser consultada sobre la posibilidad de enviarle un mensaje a la conductora de Masterchef, en estos años de fricciones y enfrentamientos públicos que ya superan la barrera de los cuatro años, la China optó por no sumar más leña al fuego: “No. No me van a sacar ningún título de ese tema”. Con esa sola frase dejó en claro su decisión de no volver a exponer el conflicto en la prensa y evitar así la nueva ola de titulares explosivos que pocas horas después suelen multiplicarse en todos los portales.
Pero el reportaje fue más allá y recorrió el vínculo previo con Nara, cuando aun no eran rivales en el ojo público. Por entonces, las protagonistas del Wandagate solían interactuar abiertamente en redes y fotos, lo que llevó a muchos a suponer años de amistad o complicidad. Sobre esa etapa, la China remarcó: “Yo diga lo que diga, hay muchos medios que buscan si les conviene una parte que habla siempre, hacer mier... a la que no habla nunca y, a lo mejor, a la villana que construyeron. Yo nunca hice un vivo con ella, no fui amiga de ella, y eso lo saben todos porque tengo pocos amigos”.
La actriz explicó cómo la virtualidad puede distorsionar los vínculos, y usó el recuerdo de la pandemia como ejemplo. “Me pasó en la pandemia que hacía muchos vivos, se metía un montón de gente famosa y uno saluda por cordialidad, como si se metiera Susana Giménez. Yo hablaba así con el ‘me muero’ porque tenía un amigo llamado Tomi, que se fue a vivir a México y hablaba todo el tiempo así, lo decíamos con mi grupo. Nunca fuimos amigas, pero me pasó incluso con gente del ambiente que no vi en mi vida”, planteó, desarmando la idea de una amistad que tuvo lugar previo al affaire con Icardi.
La China fue más allá y señaló el riesgo de confundir la reacción en redes y los gestos cordiales con sistemas reales de amistad. “El problema de este ambiente es que reaccionás a una historia a alguien y me ha pasado que no lo hice más porque la persona piensa que somos amigos porque le reaccione algo que me hizo reír. La amistad no es eso, yo tengo amigas de 25 años de colegio”, cerró.
Pero la entrevista fue más allá. Consultada sobre el trato de la prensa y los rótulos como “roba maridos” o “rápida”, la China fue contundente: “Tengo varios juicios por eso, para mí hay cosas que se tienen que arreglar en la Justicia. Entiendo el trabajo de los periodistas, me preguntan por qué odio a la prensa y no lo hago, sino que hablo con quien quiero y es respetuoso. Obviamente que hay periodistas que su trabajo es informar, se enteran de que estoy embarazada y lo tienen que contar, pero hay cosas que superan un límite. Hay uno de los juicios que no tiene que ver con haber ventilado cosas de mi vida privada, sino el haber difundido mi casa, mi dirección y entró un grupo comando. Estaban mis tres hijos…”, denunció, visibilizando el riesgo real que implica la sobreexposición mediática.
Con la misma franqueza, la actriz se dirigió a Pochi, el famoso apodo con el que se conoce a Marcia Frisciotti, panelista y figura cercana a Nara.“ Vos en un momento subiste una historia que decía ‘a la China hay que cag... a golpes’”, recordó. Rápida, la panelista se defendió: “Jamás. Yo puedo ser crítica con vos en muchas cosas, pero no me ensaño. No hablé mal con vos, ni te ofendí de maneras que dicen otras personas… Y eso lo hablamos en la época de Objetos, que yo fui a la premiere, donde charlamos. No tengo nada personal con vos”.
Sobre el ensañamiento público y la moda de opinar en redes, la China remató: “Todos creen esa cosa de ‘hay muchas cosas que no me gustan…’. No lo saben y no lo harán, entonces muchas personas que hablan de la vida personal, o juzgan, señalan que están ahí sentadas y sé cómo se manejan. No hablo de vos porque no te conozco ni tengo referencias, pero el tema del ensañamiento y meterse, ¿quiénes son para hablar de lo que hace y deja de hacer otra persona? Se puso de moda”, cerró.
FUENTE: Infobae