Un insólito hecho tuvo lugar en un funeral que se realizaba en la localidad de Villa Carmela, en Tucumán. En pleno acto de despedida, apareció el joven de 22 años que supuestamente estaban velando y desató un caos en el lugar. Tras el escándalo, la Policía tomó cartas en el asunto y retiró el cuerpo del lugar. Tres días después pudo identificarlo.
El confuso episodio familiar rememora a la recordada película "Esperando la carroza", donde Antonio Gasalla le puso el cuerpo a Mamá Cora, quien aparecía en medio de su propio velorio. En Tucumán, ocurrió algo muy similar. También en una casa de familia.
El inicio del insólito hecho se dio durante la madrugada del jueves, cuando un joven fue arrollado por un camión en las inmediaciones del Puente Negro, sobre la ruta alternativa que conecta a Villa Carmela con Alderetes.
Por el caso, el camionero quedó inculpado de "homicidio culposo"; aunque el indicio principal es el posible suicidio.
"La madre del joven, una mujer de Villa Carmela, se apersonó espontáneamente en la comisaría y reconoció el cadáver. Nos dijo que era su hijo", confirmó Carlos Daniel Ruiz, jefe de la Unidad Regional Este y comisario de la seccional de Alderetes.
En diálogo con un canal local, el jefe policial admitió que luego de las pericias de rigor, entregaron el cadáver a su familia para que tuviera su ceremonia de despedida, confiando en los dichos de la mujer.
Horas más tarde, el cuerpo era velado a cajón cerrado en una casa familiar de la localidad tucumana. Pero, en plena ceremonia apareció el joven de 22 años al que supuestamente estaban velando. Hey, ¡estoy vivo!, exclamó a su ingreso. En el lugar se produjo un caos.
“Su llegada causó un lío tremendo. Muchos se espantaron, otros gritaron y lloraron. La verdad es que quedamos helados, conmocionados”, contó Ana Laura, una vecina que formaba parte de las personas que estaban en el funeral.
"Fue un milagro y una pesadilla", llegó a decir al mismo medio un familiar que también estaba en la misma situación que el resto de las personas que se encontraban en el velorio.
Tras el escándalo, se volvió a dar parte a la policía que retiró el cuerpo y lo volvió a trasladar a la morgue judicial.
Qué dijo el "muerto vivo"
Tras el incidente y la conmoción causada, el fiscal Carlos Sale, que atiende la causa, dispuso que el joven debía testificar. Y, según dijo, durante el viernes estuvo consumiendo drogas en el pueblo de Alderetes, a 23 kilómetros de su casa. Estaba ajeno a lo que se había desatado allí, según contó.
El joven de 22 años, cuya identidad no fue revelada, confirmó que nunca estuvo al tanto de la muerte de la otra persona, y menos de que su familia supusiera que él fuera la víctima. Insólito.
"Recién este lunes pudimos dar con la verdadera familia del joven que falleció el jueves", confirmó el comisario quien explicó que todo esto fue producto de "un error involuntario".