Con un sujeto detenido y con pruebas claves que parecen esclarecer el crimen de Sergio Mariano Nacenta, el empresario sanjuanino asesinado en Mendoza, un enigma se presentó en medio de la investigación y, por el momento, no pudo ser respondido. Se trata de la misteriosa conducta que la víctima tuvo durante sus últimas horas de vida, pues según manifestaron los vecinos de Las Heras, antes de encontrar la muerte, el hombre merodeó por la zona donde finalmente cayó con su camioneta a un zanjón.
Acorde citaron las fuentes, el productor oriundo de Pocito fue visto en horas de la noche del viernes en las inmediaciones de Paso Hondo y Recuero y, en ese marco, interactuó con varias personas que allí residen. Lo extraño para ellas fue que lo hizo con una consulta particular: ¿dónde está el Penal de Mujeres? Tal como manifestaron, la pregunta llamó la atención, lo mismo que el momento en el que lo hacía, es decir, entrada la noche. Aunque es claro que, al ser de otra provincia, tenía problemas para ubicarse.
A partir de ello surgieron diversas especulaciones sobre qué hacía en los alrededores, por qué buscaba ese lugar y si tenía planeado encontrarse con alguien. Los trascendidos de la prensa mendocina indican que se hallaba en un llamado telefónico al momento de ser atacado con un arma de fuego, la que ejecutó el disparo mortal.
Lo cierto es que "el Penal de Mujeres", situado a 150 metros de la escena del crimen, ya no existe como tal. Ahí funciona un centro de contención para mujeres que estuvieron privadas de la libertad y que regresan a la vida convencional. Custodiado por personal de seguridad y con la fachada de una cárcel, el sitio habría sido el objetivo que buscaba Nacenta.
Entre las posibilidades, fuentes policiales comentaron que se sospecha que no pretendía encontrarse con alguna persona que reside en ese centro de autodisciplina, sino más bien estiman que tenía intenciones de localizarlo como punto de referencia. Y es ahí donde nace la conexión con la aprehensión del principal sospechoso, porque -justamente- frente a dicha unidad está emplazado el barrio Santo Tomás de Aquino, donde vive Matías Exequiel Alonso Jara.
El delincuente de extenso historial criminal fue allanado y detenido en su domicilio horas después del homicidio, por la relación que guardaría con el hecho. En esa instancia, la investigación que conduce la fiscal Andrea Lazo supone que el criminal sorprendió a Nacenta. ¿Con él debía encontrarse? ¿O también lo contactó para ubicarse? Será preguntas que encontrarán respuestas en los próximos días, posiblemente, tras los resultados de las pericias al teléfono celular de la víctima.
El crimen ocurrió durante los primeros 50 minutos del sábado 20 de septiembre. La camioneta Toyota Hilux de la víctima cayó en una acequia y, tras quedar atrapada, los vecinos salieron al rescate. La sorpresa se la llevaron porque el estruendo que habían escuchado no era de un choque, sino un disparo. Uno de los primeros que intentó auxiliarlo descubrió la sangre y la herida de bala, lo mismo que la destrucción del proyectil de la ventanilla izquierda trasera y del asiento del conductor.
De inmediato, la Policía acudió a la escena y se inició el operativo para develar lo acontecido. Por el momento hay más dudas que certezas y, por tanto, la historia resulta inconclusa, lo mismo que el pedido de justicia de sus familiares.