En el desierto de Kuwait una perra fue encontrada viviendo debajo de un tanque de agua para protegerse del sol. Había sido abandonada, pero su instinto la llevó a crear un refugio improvisado para sobrevivir. El grupo de rescate Raf.kw, al ver un video donde se mostraba a la perra sola y expuesta al calor, acudió rápidamente al lugar para salvarla.
Al llegar, los rescatistas descubrieron que la perra, bautizada luego como Sandy, había cavado un pozo en la arena bajo el tanque de agua. Este agujero no solo era su escondite del calor abrasador, sino también el refugio donde mantenía ocultos a sus cachorros.
Rodeada de piedras y arena caliente, Sandy se había mantenido firme, cuidando a sus crías a pesar de las condiciones extremas. Su reacción al ver a los rescatistas fue de desconfianza: miraba una y otra vez a sus bebés, como si estuviera evaluando si representaban una amenaza.
Cómo fue el rescate de la perra y sus crías
Los rescatistas sabían que debían actuar con calma. Durante unos 15 minutos intentaron ganarse su confianza. Le ofrecieron comida, hablaron en voz baja y esperaron a que Sandy entendiera que estaban allí para ayudarla. Finalmente, la perra permitió que se acercaran. Uno por uno, los cachorros fueron rescatados del pozo de arena.
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Así fue el rescate de Sandy
“Una vez que Sandy estuvo en la jaula, fue como si supiera que todo estaría bien”, contó Danna, una de las rescatistas.
Recuperación y adopciones felices
Después del rescate, Sandy y sus cachorros fueron trasladados al refugio I Care Kuwait, gestionado por Elika Mansouri. Este centro se especializa en encontrar hogares en Estados Unidos y Canadá para perros rescatados en Kuwait. Allí, Sandy comenzó a confiar nuevamente en los humanos. Finalmente fue adoptada por Brianna, una mujer con la que formó un vínculo inmediato. Según sus cuidadores, la perra no se separaba de su nueva dueña.
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Sandy y sus cachorros fueron dados en adopción
Sus cachorros, Zeus, Zaydar y Zack, también encontraron su final feliz. Fueron adoptados juntos por una familia canadiense.
La historia de Sandy es un ejemplo poderoso del instinto maternal en animales, pero también del impacto positivo que puede tener la intervención humana en situaciones de abandono y maltrato.
Gracias al trabajo de los rescatistas y refugios, esta familia perruna tuvo una segunda oportunidad. Hoy, todos ellos disfrutan de una vida segura y llena de amor, lejos del desierto donde comenzó su historia