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SUSCRIBITERobert H. Shmerling, miembro de la Facultad de Medicina de Harvard, acaba de recopilar toda la evidencia científica al respecto del agua y las dietas.
Beber agua puede llegar a tener incidencia en la pérdida de peso.
Muchos expertos en nutrición recomiendan beber agua antes de cada comida para favorecer la pérdida de peso porque genera sensación de saciedad y, por lo tanto, comes menos, pero también porque ese consumo de agua reduce el consumo de otras bebidas mucho más calóricas que impiden la pérdida de peso.
Sobre estas y otras cuestiones, la comunidad científica ha puesto el foco realizando diferentes estudios que certifiquen cuál es realmente el papel del agua dentro de la dieta a la hora de perder peso. El doctor Robert H. Shmerling ha recopilado los datos en la revista de salud de Harvard para aclarar si realment el agua ayuda o no perder peso.
El doctor Robert H Shmerling, miembro de la Facultad de Medicina de Harvard, es jefe clínico de la división de reumatología del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC) y cuenta con más de 30 años de experiencia atendiendo a pacientes. Después de muchos años escuchando diferentes teorías sobre la incidencia del agua en la pérdida de peso, ha querido zanjar el asunto con un análisis pormenorizado del efecto adelgazante del agua enfrentando cada hipótesis a lo que ha dictado hasta ahora la evidencia científica.
Además de hacerlo antes de las comidas, la recomendación de beber abundante agua a lo largo del día se suele relacionar con la pérdida de peso porque, según algunos autores, porque ayuda a quemar más grasa. Entre otros argumentos, encontramos que favorece la práctica habitual de ejercicio ya que al estar hidratado se puede hacer ejercicio en mejores condiciones y , por tanto, podemos aumentar la quema de calorías. Pero también está la teoría de que induce a termogénesis, es decir, que para que el agua que ingerimos esté a nuestra temperatura corporal aumentamos el gasto calórico o que el agua lo que haces es calmar la sed que tendemos a confundir con hambre y, en consecuencia, comemos menos y regulamos nuestro peso. Algo similar a lo que ocurre cuando tomamos agua antes de comer.
Se repite mucho y hasta hay estudios que corroboran el efecto saciante de beber un vaso de agua justo antes de comer. Sin embargo, el doctor Robert H. Shmerling se atreve a señalar los plazos de las evidencias en términos poco concluyentes: "Algunos estudios pequeños y de corto plazo respaldan esta idea. Por ejemplo, los sujetos de estudio de mayor edad que bebían un vaso lleno de agua antes de las comidas tendían a comer menos que los que no lo hacían. Otro estudio encontró que las personas que seguían una dieta baja en calorías y bebían más agua antes de las comidas tenían menos apetito y más pérdida de peso durante 12 semanas que aquellos que seguían una dieta similar sin agua adicional. Pero ninguno de los estudios evaluó el impacto de beber más agua en la pérdida de peso a largo plazo".
En este caso, está claro que para nuestra salud compensa mucho más beber agua que refrescos, zumos o bebidas con alcohol. Pero, según el doctor Robert H. Shmerling, no todo es tan sencillo. "Una reducción drástica en la ingesta de calorías mediante la sustitución de bebidas altas en calorías por agua ciertamente podría conducir a una pérdida de peso a largo plazo. Si bien es difícil diseñar un estudio para demostrar esto, la evidencia indirecta sugiere un vínculo entre la sustitución de bebidas altas en calorías por agua y la pérdida de peso. Aun así, así como las dietas que restringen las calorías son difíciles de seguir a largo plazo, seguir un plan de sólo agua puede ser más fácil de decir que de hacer".
El doctor Robert H. Shmerling de Harvard concluye que, si bien es cierto que el agua es un elemento esencial en nuestra supervivencia que nos ayuda a hidratar correctamente el organismo, la ciencia no ha demostrado un vínculo a largo plazo entre el consumo de agua y la pérdida de peso. "Alguna evidencia sugiere que esto podría ayudar a perder peso, al menos para algunas personas. Pero esos estudios son en su mayoría pequeños o de corto plazo, o se basan en datos de animales. Incluso los estudios positivos sólo encontraron beneficios modestos. Dicho esto, si cree que le está funcionando, beber más de agua tiene pocas desventajas".
FUENTE: Telva.com