Tomarse un café dejó de ser una costumbre en Argentina para convertirse en un lujo por estos días, después del incremento de precio que sufrió el producto tras los problemas con la importación y, en San Juan, la situación no desentona demasiado respecto al escenario nacional, ya que para algunos se convirtió en un verdadero esfuerzo, no sólo para los que compran sino también para quienes lo venden.
Tiempo de San Juan habló con representantes de dos sectores atravesados por la crisis del café, dueños de cafés de la provincia y representantes de supermercados y mayoristas, quienes describieron cuál es el panorama en el territorio local.
Restricciones en las góndolas
Frente al incremento y el faltante de stock, en el mayorista consultado -Cabral Mayorista- decidieron restringir la venta de café a 4 unidades por cliente, puesto que pretenden abastecer gran parte de la demanda y así evitar quedar con la góndola vacía por la compra de una sola persona.
“Estamos sufriendo con la reposición para poder abastecer a todos los clientes. La situación es bastante complicada”, manifestó Franco Pelletier, al mismo tiempo que señaló que el café no es el único producto que ofrece problemas para el acopio; también el azúcar y el papel higiénico.
“Tenemos que hacer malabares, aunque hay mucha especulación con algunos productos como el azúcar”, agregó.
Por el lado de los supermercados, desde Salvador González manifestaron que no han sufrido problemas con proveedores para adquirir café, por tanto, no definieron limitaciones para sus clientes. Lo que sí remarcaron desde el autoservicio fue el aumento que se registró en las últimas semanas, que fue de un 20%, según apuntó.
Los dueños de cafés, devenidos a equilibristas
Si bien hasta el momento los cafés sanjuaninos no han sufrido desabastecimiento de café, uno de los empresarios consultados, Alberto Platero, de Mi Sandwich, comentó que quienes están teniendo dolores de cabeza para conseguir el producto son los proveedores. “Por ahora tenemos, el grano está entrando a los repartos, pero debo decir que el panorama es incierto”, aseguró.
Es que, según destacó, el conflicto ahora lo están teniendo quienes ingresan el café al país. Sin embargo, esa crisis todavía no ha impactado en la provincia. “Estamos a la expectativa, por el momento se vende y se consigue lo justo y lo necesario, aunque el panorama no deja de ser una preocupación”, añadió.
Otro empresario del mismo rubro, Roberto Flores, de La Vene, coincidió en no haber sido afectado por el desabastecimiento de café, a pesar de que su proveedor importe la materia prima desde Colombia y Brasil.
Del mismo modo, acordó con su par sobre lo difícil que resulta mantener el negocio dado el contexto nacional. Tras los aumentos de precio del café, que superó el 30% en las últimas semanas, ambos empresarios señalaron la lucha que les supone no ahuyentar a sus clientes con subas y, por lo tanto, asumen algunos gastos para elevar los precios de forma moderada.
“Somos equilibristas”, dijeron quienes aseguraron que los precios de otros productos varían casi todos los días. “Nos apoyamos muchos en nuestros clientes”, expresó Flores.