El precio de la carne volvió a instalarse en el centro de la escena ayer cuando el INDEC dio a conocer que la inflación saltó al 6.6% en el mes de febrero y acumuló un 102,5% interanual. El valor de los Alimentos fue el que más incidió en el incremento –con un 9,8%- y dentro de éste, la carne fue la culpable de tan duro dato para el bolsillo. Es que este producto tiene el mayor peso dentro de la canasta básica alimentaria de una familia y tuvo un aumento del 21% en el último mes según detalló el INDEC.
En efecto, la carne ha tenido aumentos exorbitantes en lo que va del año, luego de tener precios “planchados” durante el 2022: en San Juan acumula incrementos del 45% desde enero a la fecha, algo que los frigoríficos y comerciantes de la cadena cárnica local no recuerdan que haya sucedido antes en un lapso tan corto de tiempo. Y si bien los aumentos son generalizados, obviamente hay cortes de carne “caros” y otros más económicos.
Por ejemplo, el podio en San Juan de los cortes de carne más costosos lo lidera el filet que está a $2.480 el kilo, seguido por el lomo a unos $2.400 promedio; y la punta de espalda que ronda los $2.280.
En el otro extremo lo más barato es la marota o “marucha” –un corte que sirve para asar o para hacer estofados- que está a $ 1.690, seguido por la paleta chata que ronda los $1.790. Los cortes como cuadril o la palomita redonda cuestan $1.800. La carne molida común, que se vende en zonas de menor poder adquisitivo cuesta $799. Un dato interesante es la gran brecha de precios que hay entre los cortes: el kilo de filet está casi un 50% más caro que un kilo de marota.
‘’Ahora subió el combustible y creo que el sector tendrá que absorber esta suba porque no da para que sigan aumentando los precios de la carne. El consumo en mostrador se desplomó 30% en lo que va del año”, dijo Claudio Silva, desde el frigorífico y trozadero Don Iñaki, en Rivadavia. Para el empresario es lógica la caída de ventas porque en 15 años de actividad dice que no recuerda “un aumento tan abrupto”, como el que sucedió desde enero a la fecha en el producto.
La media res que es como llega la carne a comercializarse a la provincia cuesta ahora entre $1050 y $1.190, y por lo que pesa, un carnicero debe contar con unos $150.000 para comprarla, frente a los 75.000 pesos que costaba a principios de año.
Los referentes del sector consultados no sabe exactamente cuáles son las causas del incremento de la carne. “Nos dicen que es por la sequía o por las exportaciones, pero la realidad es que el precio se forma en el mercado de Buenos Aires’’, dijo Ariel Vargas, desde Carnes California.
En ese local el kilo de asado se vende a $1900, la bola de lomo o cuadrada a $2.100 y la molida especial cuesta $1400. El comerciante coincidió en que el incremento que se ha producido este año es muy alto y que ha influido para que los clientes migren a la compra de otras carnes como pollo o cerdo.
Los precios de estas carnes también subieron, pero menos: El kilo de blanda de cerdo cuyo precio hace un mes era de $ 890, hoy vale $ 1.150 el kilo, informó Silva. Del mismo modo, el pollo acaba de tener la quinta suba del año la semana pasada, y el kilo trepó a $550, cuando antes se podía comprar a $385 el kilo.