El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que las conversaciones con el Gobierno de Argentina siguen en curso, con el objetivo de alcanzar un nuevo acuerdo que incluya financiamiento. No obstante, el organismo evitó hacer comentarios sobre si en las negociaciones se están considerando un salto cambiario o una salida rápida del cepo cambiario, dos temas que el ministro de Economía, Luis Caputo, ha intentado desmentir en las últimas horas.
Durante una conferencia de prensa, la portavoz del FMI, Julie Kozack, afirmó que las discusiones entre los técnicos del Fondo y los funcionarios del Gobierno argentino siguen avanzando de manera virtual, después de la misión oficial realizada la semana pasada en Buenos Aires. "El nuevo programa buscará aprovechar los avances logrados hasta ahora, mientras se abordan los desafíos pendientes del país", señaló Kozack.
La portavoz destacó que se mantienen "conversaciones constructivas y frecuentes" y destacó que tanto el FMI como las autoridades argentinas reconocen la necesidad de implementar un conjunto coherente de políticas fiscales, monetarias y cambiarias para continuar con las mejoras macroeconómicas y avanzar en reformas que promuevan el crecimiento económico.
Por su parte, el Gobierno ha salido al cruce de versiones que especulaban con una devaluación o la eliminación del cepo cambiario como condiciones para un acuerdo con el FMI. Caputo aclaró que "el acuerdo con el Fondo no implica ninguna devaluación ni tampoco la eliminación de las restricciones cambiarias de manera inmediata". El ministro evitó detallar los aspectos de las conversaciones actuales, aunque resaltó que la clave del acuerdo está en cómo se diseñarán los desembolsos adicionales que se esperan para reforzar las reservas del Banco Central.
A pesar de las afirmaciones de Caputo, el FMI había señalado en un informe reciente que, para recuperar el acceso a los mercados internacionales, Argentina necesitaría adoptar una estrategia para desmantelar gradualmente los controles cambiarios y permitir una mayor flexibilidad en el tipo de cambio, lo cual se consideraría esencial para aliviar distorsiones y mejorar la acumulación de reservas.
En cuanto a la política fiscal, el FMI reconoció los esfuerzos del Gobierno argentino para lograr un superávit, aunque indicó que algunos de los ajustes realizados, como recortes en la inversión pública y salarios, podrían no ser sostenibles a largo plazo. Además, destacó que el Gobierno debería seguir adoptando medidas fiscales de alta calidad y aumentar la progresividad de los impuestos.