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SUSCRIBITEEl sector olivícola sanjuanino se está frotando las manos porque las proyecciones indican que en el 2023 se cosecharán más aceitunas, justo cuando los precios internacionales están muy altos. Las estimaciones de la Cámara Olivícola de San Juan muestran un incremento del 15% al 20% en el volumen a cosechar, respecto al año pasado: prevén recolectar más de 120 millones de kilos de aceitunas –exactamente 120.045.000- de las 15.100 hectáreas productivas que hay en la provincia. El 90% de esa superficie es de variedades aceiteras o doble propósito.
El aumento del volumen coincide con una importante alza de la tonelada del aceite de oliva que bien escalando sin freno desde el año pasado: pasó de los 3.944 dólares en enero de 2022, a los actuales 5.400 dólares, una nada despreciable suba del 37% en un año. Ambos datos son todo un bálsamo cuando la provincia se encuentra en plena cosecha aceitunera. ‘’En general se sostiene el alza de precios desde el año pasado porque otros países productores han tenido cosechas muy bajas por inclemencias climáticas’’, explicó Gonzalo Lenzano, presidente de la entidad que nuclea a las principales empresas aceiteras y conserveras de la provincia. Claro que no todo ese dinero queda para el exportador, hay que descontarle el flete que ronda los 700 dólares, pero igual es un muy buen precio.
El precio de la aceituna conservera no sigue la tendencia alcista del aceite, pero también hay que observar que esta variedad representa solo el 10% de la producción sanjuanina, con solo 1.510 hectáreas cultivadas. Actualmente la tonelada descarozada ronda entre los 1600/1700 dólares, cuando hace un año estaba en 1.800 dólares. La variedad que se vende en conserva con carozo está en 1.200 dólares, es decir; 150 dólares menos que el año pasado. Pero en la producción sanjuanina el 10% de la superficie -1.510 hectáreas- es solo de variedades para conservas.
Las expectativas de producción que tiene el sector olivícola lo encaminan a convertirse en el 2023 en la estrella agrícola de San Juan. Las comparaciones son odiosas, pero la vitivinicultura que es la gran producción del campo sanjuanino este año viene con una pronunciada merma, a causa principalmente de la sequía, las heladas y granizadas. El Instituto Nacional de Vitivinicultura ya estimó una caída de la producción del 21% en el país y del 14% en San Juan, aunque las entidades viñateras dicen que será peor.
En el caso de los olivos, la tecnificación salvó los estragos que podría haber causado la crisis hídrica: es que el 90% de los cultivos están con riego presurizado en San Juan. ‘’Es verdad, nos afectó mucho menos, a pesar de que hubo que hacer un gran esfuerzo para bajar más los caños en las perforaciones de agua subterránea porque las napas descendieron, y que la actividad de las bombas estuvo más forzada’’, reflexionó Lenzano.
De todos modos, en el sector no quieren parecer tan optimistas. En realidad, están cruzando los dedos para que el clima acompañe la cosecha de aceitunas y no se produzca ningún granizo importante que frene los pronósticos. Lenzano contó que una vez un productor grande, de 20 millones de kilos; la piedra le llevó más de 5 millones de kilos.
Actualmente la cosecha de aceitunas está a pleno en San Juan. Hasta la primera semana de abril se estarán recolectando las aceitunas para destino de conserva que se empezaron a cosechar alrededor del 20 de febrero. Ni bien se termina de recolectar esa variedad se sigue con la aceitera, cuya actividad se prolonga hasta fines de junio o principios de julio.
La provincia de San Juan cuenta con 15.100 hectáreas productivas repartidas geográficamente en su mayoría en el sur provincial. El Acequión cuenta con 6.050 hectáreas, seguido por Cañada Honda con 4.350 hectáreas, ambas en Sarmiento. Luego, Pocito, Rawson y Carpintería concentran 1.500 hectáreas, el Este sanjuanino tiene otras 1.500 hectáreas y, por último, Zonda posee 1.700 hectáreas.
La Cámara Olivícola estimó también que este año se precisarán unos 5.200 cosechadores temporarios para recolectar los frutos de los olivos, los cuales representarán alrededor de 56.600 jornales de cosecha de aceitunas para conserva y otros 140.900 jornales de aceiteras, durante toda la temporada de cosecha. El impacto en la economía es importante, pero también hay que decir que el 70% de la cosecha aceitera esta mecanizada. ‘’Eso alivia mucho la tremenda falta de personal que hay para cosechar”, opina Lezcano. Este año el déficit de cosechadores se acentuó por varios factores: hubo un mayor volumen de cosecha en La Rioja que captó la mayor cantidad de personal disponible, y al mismo tiempo; como la cosecha de uva es menor, han venido menos cuadrillas de cosechadores del norte del país a San Juan.
De acuerdo a lo informado por la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) para este año se acordó con el sector empresarial la remuneración mínima que deben percibir trabajadores rurales durante la cosecha de aceituna. La bandeja de 20 kilos de aceituna conserva o mesa a $570 y la bandeja de 20 kilos de aceitunas para aceite a $415. El valor del jornal mínimo garantizado es de $5.700 y anticiparon que realizarán una revisión de las remuneraciones mínimas al 1 de agosto del 2023.
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