La crisis golpea fuerte a una fábrica emblemática de Albardón. En las últimas horas, trabajadores de Dilexisrecibieron un comunicado interno que confirma lo que ya se venía rumoreando en los pasillos de la planta. La caída abrupta en las ventas llevó a la empresa a otorgar vacaciones obligadas a parte del personal.
“Todas las personas gozarán 7 días de vacaciones, salvo aquellas que sean personalmente convocadas a trabajar. Formularios disponibles a partir del martes o a su regreso, en RRHH. Quedamos a disposición por cualquier inquietud”, fue el mensaje que llegó desde Recursos Humanos de la firma.
Durante un encuentro con empleados, autoridades de la compañía expusieron el delicado panorama financiero. “Desde junio la venta se vio cada vez más estancada. Y hoy estamos ya desde hace un mes con una venta que está por el piso, no logramos remontarla, no tenemos la demanda. Particularmente lo que más ocupa mano de obra acá, que es la línea de tratas, hoy prácticamente no se vende nada”, reconocieron.
El mismo vocero admitió que la situación del consumo arrastra a la empresa a incumplimientos salariales. Según detalló, este lunes 25 de agosto se logró pagar apenas el 50% de la energía eléctrica que correspondía a la segunda quincena de julio, pero quedó pendiente un compromiso aún mayor: “Deberíamos haber abonado el 50% de la primera quincena de agosto, que representa $86.400.000. Claramente no se pagó, porque se destinó a cubrir el salto anterior. Y tampoco se podrá afrontar la semana próxima”.
La postura oficial
Desde la Subsecretaría de Trabajo explicaron que la situación viene siendo monitoreada desde hace semanas, con mesas de diálogo en las que participaron el sindicato, los empleados y representantes legales de la empresa. En esos encuentros, las partes reconocieron los retrasos en los pagos de salarios y aguinaldos, por lo que se diagramó un cronograma para saldar los compromisos pendientes.
Por el momento, no se registró una presentación formal sobre lo ocurrido en los últimos días, aunque en la dependencia provincial confirmaron que la firma otorgó vacaciones anticipadas. “Seguimos con las negociaciones y están abiertos a una comunicación”, expresó el subsecretario Franco Marchese.
Un déjà vu en Albardón
No es la primera vez que la fábrica de galletas y productos Tía Maruca enfrenta un temblor de estas características. En mayo pasado, trascendió una situación preocupante que encendió alarmas en la comunidad: aunque las autoridades de la firma salieron a desmentir rumores de cierres y despidos, la incertidumbre quedó flotando.
El recuerdo más fuerte remonta a mayo de 2022, cuando Dilexis estuvo al borde de la quiebra. En aquel entonces, el presidente de la compañía, Alejandro Ripani, celebró haber alcanzado un acuerdo de refinanciación que evitó el remate de bienes por parte del Banco San Juan. La empresa consiguió la mayoría de votos de los acreedores y, con ello, frenó lo que hubiese significado la pérdida de unos 350 empleos.
El propio Gobierno provincial, a través del vicegobernador Roberto Gattoni y del ministro de Producción Ariel Lucero, siguió de cerca aquellas negociaciones, atentos a un posible cierre que hubiera significado un golpe durísimo para Albardón.
La historia de Dilexis viene marcada por vaivenes financieros. Ya en 2019 había recortado 50 contratos temporarios y convocado a concurso preventivo de acreedores por una deuda superior a los 300 millones de pesos. Tres años después, logró esquivar la quiebra, pero el presente vuelve a mostrar un escenario complejo.