En San Juan ya se habla de que algunas petroleras van a establecer cupos en la cantidad de combustibles para vender y eso puede llegar a producir desabastecimiento, según dijo la titular de la Cámara de Expendedores de Combustibles y Afines (CECA), Analía Salguero. Esto se da, según la óptica de los empresarios, porque el precio de los combustibles líquidos están congelados desde mayo y ya hay faltantes en las estaciones sin marca y no se descarta que en líneas como YPF o Shell podrían cupificar. Así, los estacioneros no descartan que se venga la venta por cupo a la gente común y que vuelvan las colas para poder abastecer los vehículos.
Por otro lado, Salguero confirmó este viernes, en diálogo con Radio Sarmiento, que desde este lunes 1 de noviembre sube el GNC en San Juan, argumentó que aumentó el IVA en boca de pozo en un promedio de 0.45 centavos de dólar, se va a trasladar el costo exacto al consumidor y se estima que la suba será de $1,80 sobre el precio actual por m3.
Respecto del cupo en las estaciones de servicio, la empresaria no descartó que termine trasladándose al consumidor final: "Puede ser un criterio, decir a todos que se puede comprar hasta 2000 pesos por decir un ejemplo, lo que hará que más veces tenga que ir a la estación de servicio, es un número al azar pero habría que ver", dijo.
Advirtió que "en San Juan es muy probable que nos encaminemos a que un día no haya combustible, el cliente debe hacer una cola, y después necesariamente debe haber un estallido de precios porque este precio no es real, todo aumenta y el combustible se compra en dólares"
Salguero se quejó de las políticas oficiales: "Los precios congelados no son la solución, la experiencia lo ha demostrado, y en materia de combustibles es una olla a presión, genera un ambiente especulativo y a veces con razón, porque hay que vender y reponer. El Gobierno ya no sabe qué decir, las barbaridades que dice sobre la especulación".
El dilema está en que como el precio de los combustibles congelado desde hace casi medio año, se ha dado un atraso en las tarifas de entre el 12% y el 15%, las petroleras se niegan a trabajar a pérdida y empezaron a restringir los envíos de combustible al mercado, iniciando con las estaciones de bandera blanca o sin contratos seguros.