El FC Barcelona se encamina a despedir a uno de los nombres más grandes de su historia. Pablo Álvarez confirmó este lunes que su vínculo con la institución finalizará al término de la temporada 2025/26, marcando el cierre definitivo de una trayectoria que dejó huella tanto por sus números como por su identidad con el club.
El delantero argentino llegó a Cataluña siendo joven y, con el correr de los años, se convirtió en una referencia ineludible dentro y fuera de la pista. Su recorrido estuvo dividido en dos etapas, separadas en el tiempo pero unidas por la misma influencia: liderazgo, jerarquía y una capacidad goleadora que lo colocó entre los máximos artilleros de la disciplina. En ese camino acumuló distinciones individuales y una colección de títulos que lo ubican entre los jugadores más ganadores que vistieron la camiseta azulgrana.
Más allá de los logros deportivos, Álvarez construyó una historia personal en Barcelona. El Palau Blaugrana fue escenario de celebraciones, frustraciones y momentos íntimos que trascendieron lo deportivo, y que terminaron forjando un vínculo emocional con la afición culé. Esa relación quedó reflejada en la carta que el sanjuanino hizo pública para comunicar su decisión.
“Queridos/as culés: aquí he vivido los mejores años de mi vida deportiva. He celebrado goles, muchos goles… más de 600 defendiendo este escudo tan grande. He reído, he llorado y he compartido los mejores momentos con compañeros y miembros del staff que han acabado siendo amigos. Aquí he visto crecer a mis hijos, Valu y Matu, junto a mi mujer y mi familia. He ganado muchos títulos, pero, sobre todo, siempre os he sentido muy cerca”, expresó el argentino en su comunicado.
Números de leyenda
La dimensión de Pablo Álvarez en el hockey sobre patines también se explica desde las estadísticas, que lo ubican entre los jugadores más destacados de la historia del FC Barcelona y de la OK Liga. A lo largo de sus doce temporadas en el club, el sanjuanino alcanzó la impactante cifra de 607 goles con la camiseta azulgrana en todas las competiciones, un registro reservado solo para los grandes ídolos del Palau.
En el torneo local, su influencia fue igual de contundente: más de 600 goles en la OK Liga, distribuidos entre 431 tantos con el Barcelona y 172 con el Deportivo Liceo, confirmando una regularidad goleadora sostenida durante más de una década al máximo nivel. Ese poder ofensivo le permitió quedarse en cuatro ocasiones con la Bola de Oro al máximo artillero (pitxitxi) y ser elegido MVP de la Copa del Rey 2016.
El impacto de Álvarez no se limitó a los goles. Su recorrido en el Barça está respaldado por un palmarés colectivo excepcional, con 34 títulos oficiales, cifra que todavía puede ampliarse antes del final de su contrato.