Racing y Estudiantes se enfrentarán este sábado desde las 21 en el estadio Madre de Ciudades, de Santiago del Estero, para definir al campeón del Torneo Clausura. En caso de empate al cabo de los 90 minutos, habrá alargue y, de persistir la igualdad, la consagración se resolverá por penales.
El duelo reúne a dos de los equipos más competitivos del fútbol argentino en el último tiempo y promete una final de alto voltaje, tanto por los nombres propios como por los caminos recorridos hasta llegar a esta instancia. La Academia y el Pincha llegan con realidades distintas, pero con un objetivo común: cerrar el año con un título local.
Racing, conducido por Gustavo Costas, arriba a la definición impulsado por una racha sólida y una identidad marcada por la intensidad y la épica. El equipo de Avellaneda acumula 12 partidos sin derrotas y viene de eliminar a River y a Boca en instancias decisivas, consolidándose como uno de los conjuntos más regulares del torneo. Tras dejar atrás el golpe de la eliminación en la Copa Libertadores, el plantel canalizó esa frustración en el Clausura y hoy se ilusiona con sumar un nuevo trofeo a un ciclo que ya incluye la Sudamericana 2024 y la Recopa 2025.
Estudiantes, en tanto, afronta otra final bajo la conducción de Eduardo Domínguez, un entrenador habituado a los partidos decisivos. El Pincha supo reponerse a un cierre complejo de la fase regular y encontró en los playoffs su mejor versión. Con un plantel experimentado y una fuerte mística copera, el equipo platense busca su tercera consagración doméstica en las últimas temporadas y llega respaldado por un historial reciente favorable ante Racing.
El antecedente inmediato entre ambos marca una ventaja para Estudiantes, que ganó tres de los últimos cuatro cruces. Sin embargo, una final abre siempre un escenario nuevo, donde las estadísticas pesan menos que la capacidad de sostener la presión y la jerarquía en los momentos clave.