Los hermanos Hugo y Alejandro Flores, líderes de la banda cuartetera Omega, están celebrando los 15 años de carrera musical con una gira que recorre el país y que culmina este sábado 14 en Mendoza. En un diálogo distendido con Tiempo de San Juan, repasaron momentos memorables, anécdotas insólitas y el futuro que sueñan para su música.
Para Omega, la mayor satisfacción fue lograr que el público asista a sus shows exclusivamente para escucharlos. "Creo que es lo más difícil para un artista: que la gente pague y se prepare para verte a vos", reflexionó Hugo. Uno de los momentos más impactantes fue su presentación en La Trastienda, donde las filas para ingresar rodearon más de tres cuadras. "Ahí nos dimos cuenta del cariño real de la gente, pero preferimos no pensar demasiado en lo que hemos logrado para no bajar los brazos", agregó.
Los hermanos tienen grandes sueños para la banda. Hugo anhela con llenar el Movistar Arena en Buenos Aires o actuar en escenarios emblemáticos como el Luna Park, mientras que Alejandro fantasea con llegar a Viña del Mar: "Hoy el cuarteto tiene el potencial para cruzar fronteras".
Los shows que marcaron una era
La banda recuerdó con especial cariño algunos de sus shows más emblemáticos, como el primer aniversario en La Coqueta, un pequeño espacio que los vio dar sus primeros pasos. También destacaron la grabación de su segundo disco en una sala que marcó un antes y un después en su proyección. "Pasar de 200 personas a llenar un lugar grande fue increíble", comentó Alejandro.
Una "canción maldita" y nuevos desafíos
En su carrera también hubo tropiezos. Los Flores recordaron con humor "El flaco humedad", un tema que escribieron en homenaje a un amigo y no pegó entre sus seguidores. "Pensábamos que iba a ser un éxito, pero ni nosotros la escuchábamos después", expresaron entre risas.
Un agradecimiento especial a San Juan
Los hermanos coincidieron en que San Juan fue un pilar fundamental en su carrera. "Sin el apoyo de nuestra gente, no podríamos haber llenado escenarios en Buenos Aires o Córdoba. Es un cariño mutuo que sentimos que va a seguir creciendo", señalaron con gratitud.
A 15 años de su formación, Omega sigue soñando en grande, pero siempre con los pies en la tierra y el corazón en San Juan.
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